¿Te contentas con el trabajo bien hecho? ¿O no te satisface si no está perfecto? ¿Sabes disfrutar de una comida con tus amigos? ¿O te pasas el rato criticando la comida? ¿Te lanzas a nuevos proyectos? ¿O esperas el momento perfecto para empezar?
Hay muchos posibles indicios de que seas demasiado perfeccionista. Veamos pues a continuación cuáles son las señales de que eres perfeccionista.
Qué es el perfeccionismo
El perfeccionismo se ve a menudo como una característica positiva para el éxito. Significa creer que es posible alcanzar la perfección y sentir la necesidad de ser o aparentar ser perfecto. También es la creencia de que la afección y aprobación de otros depende de ser perfecto y rendir perfectamente. Sin embargo, la perfección es imposible de alcanzar.
Por eso, aspirar a ella causa estrés, miedo al fracaso, procrastinación y ser excesivamente crítico. Incluso puede llegar a perjudicar la salud mental causando ansiedad, depresión u otras afecciones.
Perfeccionismo vs. excelencia
El perfeccionista realiza y revisa cada tarea hasta que cumple sus estándares de perfección. Puede significar revisar un correo electrónico varias veces antes de enviarlo. Tal vez sea pasarse horas revisando una presentación una y otra vez corrigiendo pequeños detalles del diseño. Por tanto, el perfeccionista tarda más en realizar su trabajo que otras personas. Ante tareas más complejas puede llegar a atascarse. Además, nuevos proyectos que le son desconocidos pueden estresar mucho al perfeccionista.
Otra cosa es buscar buenos resultados, nuevas y mejores vías para realizar tareas o proyectos. Buscar la excelencia significa intentar convertirte en el mejor profesional posible, aprendiendo, formándote y buscando ser productivo. Quiere decir procurar realizar un trabajo eficiente, efectivo y de calidad. Significa recordar que el tiempo es limitado y más vale buscar realizar el trabajo bajo un prisma de efectividad de tiempo y costes. Asimismo requiere saber priorizar.
Señales de que eres perfeccionista
Al principio ya te di algún ejemplo. Pero veamos más en detalle los indicios del perfeccionismo y el efecto que tiene sobre tu trabajo y tu vida personal.
1. Todo o nada
El perfeccionista tiende a pensar en blanco o negro, en todo o nada. Como no acepta nada menos que la perfección, ‘casi perfecto’ no es suficiente y lo ve como un fracaso.
El perfeccionista se reconcome por pequeños errores aunque el resultado haya sido bueno. Por ejemplo, en vez de estar satisfecho con que una presentación haya sido bien recibida, pensará en la falta tipográfica que se le ha escapado en una diapositiva.
2. Estándares demasiado altos
El perfeccionista se pone a sí mismo, y posiblemente también a otros, bajo mucha presión con sus expectativas y estándares. Por eso se estresa intentando alcanzar siempre sus estándares. Asimismo le estresa cuando otros no cumplen con lo que considera que debería ser la norma. Por ejemplo, le molesta cuando parecen no preocuparse por cuidar los detalles y no son lo suficientemente pulcros.
Los objetivos y expectativas del perfeccionista son tan altos que son imposibles de alcanzar. Cuando ocurre lo inevitable de que no se cumplen, el desánimo y la frustración son grandes.
3. El perfeccionista es muy crítico
Los estándares de perfección llevan al perfeccionista a ser muy crítico con todo y todos. En vez de ver lo bueno, siempre encontrará el error. En vez de estar orgulloso de sus logros, cree que podría haberlo hecho mejor. Cuando un perfeccionista fracasa en algo encuentra las mil razones por las que no ha salido bien; en vez de concentrarse en lo que sí ha funcionado y en qué puede aprender de la situación.
Si otros cometen un error o fracasan, el perfeccionista tiende a mostrar poco apoyo y empatía. No consigue ver las virtudes o aportar comentarios positivos. Comentarios típicos podrían ser: ‘Ya sabía yo que esto no podía salir bien.’ ‘Cómo puede haber cometido ese error tonto.’ ‘Cómo se le puede haber escapado esa falta si es obvia.’ ‘Era de esperar con lo poco pulcro que es.’
Si tienes la sensación de que las personas se están alejando de ti, pregúntate si tus críticas te han convertido en una persona tóxica que otros evitan.
4. Confunde perfección y calidad
Apreciar la calidad y aspirar a la excelencia significa saber apreciar el esfuerzo y el desempeño. Quiere decir sentirse satisfecho con haber sido productivo, haber realizado un buen trabajo y con el resultado obtenido.
Para el perfeccionista, lamentablemente, eso no es suficiente. Siempre detecta un fallo. Te puse un ejemplo en el punto 1. Pero hay muchos más ejemplos. El perfeccionista se molesta por ese pelo fuera de lugar o esa pelusa en la camisa. Se obsesiona con el kilo que le sobra. Se enfada porque se haya ensuciado el niño por divertirse. Le molesta una minúscula migaja en el suelo o ese tenedor fuera de lugar en el cajón de los cubiertos, etc.
5. El perfeccionista solo se enfoca en los resultados
El perfeccionista siempre tiene en su punto de mira el resultado perfecto que quiere alcanzar. No sabe disfrutar del camino y del progreso. Al contrario, se obsesiona con alcanzar el objetivo tal y como lo estableció.
6. Desánimo por no conseguir objetivos
Cuando el perfeccionista no consigue alcanzar sus objetivos (inalcanzables) se desanima mucho. No considera los objetivos un indicador del camino para progresar hacia lo que desea. O se alcanza como está previsto o no vale nada.
Eso le puede llevar a ni siquiera querer ponerse más objetivos.
7. El perfeccionista se ve empujado por el miedo
La necesidad de buscar la perfección suele surgir del miedo a no ser suficiente. A menudo el perfeccionista ha adquirido la creencia de que solo le valorarán y querrán si es perfecto y lo hace todo a la perfección.
Por eso sus acciones están marcadas y empujadas por el miedo a no conseguir sus objetivos, a no conseguir un resultado perfecto, a hacer el rídiculo y por miedo al fracaso.
Tristemente son justo estos miedos lo que a menudo le impedirán conseguir buenos resultados.
8. Procrastinación
Preocuparse constantemente por la perfección, tristemente perjudica el rendimiento. En vez de trabajar mejor, como cabría esperar, el perfeccionista se ve estancado y paralizado. El miedo al fracaso, la preocupación por entregar algo menos que perfecto, le lleva a realizar las cosas de forma mucho más lenta que otros. Eso suponiendo que siquiera empieza con ellas y no las pospone directamente una y otra vez.
Esperar el momento perfecto, a tener algo, a saber algo, a que las circunstancias sean propicias suelen ser excusas típicas. Buscar excusas y procrastinar son sus escudos para protegerse del miedo al fracaso. Pero tristemente se crea un círculo vicioso ya que la procrastinación lleva a una mayor sensación de fracaso.
9. El perfeccionista huye de la novedad
Para que todo sea perfecto, el perfeccionista quiere controlarlo todo. Por eso le cuesta enfrentarse a situaciones nuevas e inciertas. Aprender algo nuevo significa cometer errores al principio o al menos no hacerlo con demasiada pericia.
Como el perfeccionista creerá que no está preparado, se negará muchas oportunidades a descubrir nuevas aficiones, intereses, proyectos etc.
10. Baja autoestima y autoconfianza
Los estándares inalcanzables que se impone el perfeccionista perjudican su autoestima. Siendo muy crítico y enfocándose en los fallos, le cuesta apreciar su propia valía y sus fortalezas así como confiar en sí mismo. A pesar de ser muy crítico consigo mismo y con otros, se toma muy mal la crítica constructiva que le puedan hacer otras personas. Entonces suele ponerse a la defensiva.
La buena noticia
Después de leer este post tal vez te hayas dado cuenta de que eres demasiado perfeccionista. Es posible que te hayas percatado de que mucho de tu estrés y malestar se origina en tus estándares y expectativas perfeccionistas.
Pero no te desanimes. Reconocer que eres perfeccionista es el primer paso. Y por suerte, el perfeccionismo no es una enfermedad incurable. En otro post veremos cómo superar el perfeccionismo.
¿Eres perfeccionista?
¿Te has dado cuenta de que eres perfeccionista? ¿Cuáles son las señales en tu caso? ¿Cómo afecta el perfeccionismo a tu trabajo, tu vida personal y tus relaciones con otras personas?
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