Cuando termina un año ya ponemos las miras en el siguiente. Nos lo podemos tomar como una oportunidad para un comienzo nuevo y fresco. No podemos cambiar el pasado pero lo podemos usar de aprendizaje para seguir mejorando. De este modo podemos moldear nuestro nuevo año para que sea cómo nos imaginamos. ¿Te sientes ilusionado por lo que te espera? Veamos cómo puedes conseguir que sea tu año más productivo.
Reflexiona sobre el año que termina
Antes de ponerte a pensar en lo que quieres conseguir en el nuevo año reflexiona sobre el año anterior. Eso te permite recordar tus logros y felicitarte por ellos. Así te motivas para el año nuevo y aumentas la confianza en tus capacidades.
También te ayuda a entender por qué no conseguiste algunas cosas o por qué fallaron otras. De este modo podrás aprender de ello de cara a futuro.
Preguntas que te puedes hacer son:
- ¿He conseguido lo que quería?
- ¿Cuáles han sido mis logros?
- ¿De qué estoy más orgulloso y por qué?
- ¿Cuáles han sido mis momentos más felices?
- ¿Hay objetivos se han quedado pendientes o a medias? ¿Cuáles son y por qué?
- ¿Qué ha salido mal o no tan bien como quería? ¿Qué puedo aprender de ello para que salga mejor la próxima vez?
- ¿Por qué he tenido éxito en algunas áreas y en otras no?
- ¿Qué puedo mejorar o cómo me puedo mejorar para alcanzar más de mis objetivos?
- ¿Qué buenos hábitos me han ayudado y qué malos hábitos me han perjudicado o retenido?
Con estas preguntas tomarás consciencia de todo lo que has conseguido a lo largo del año. ¿No es para sentirse orgulloso? Así aumentas tu motivación a seguir poniéndote objetivos y trabajar para conseguirlos.
En cuanto a lo que no hayas logrado o que haya salido mal, no te atormentes con ello. El pasado pasado está. Utilízalo como aprendizaje y para tomar mejores decisiones. Así el nuevo año será más productivo y exitoso.
Por qué ponerse objetivos
Tener objetivos da un propósito a tu vida. Además los objetivos te ayudan a acercarte a la vida a la que aspiras. Para ello procura alinear tus objetivos con tus valores, tus deseos y pasiones. Si quieres que te motive trabajar en ellos olvida lo que quieren otros o esté bien visto.
Solo importa lo que tú quieres alcanzar para mejorar como persona, como profesional, mejorar tu bienestar, aumentar tu felicidad y aspirar a tu vida soñada. Así disfrutarás del camino hacia tus objetivos y tendrás una buena razón para trabajar en ellos.
Curiosamente importa menos alcanzar los objetivos que tener algo que te motive e inspire. Porque tener un propósito da sentido a tu vida por lo que aumenta tu satisfacción y nivel de felicidad. Con ello no pretendo quitarte la motivación de intentar alcanzar tus objetivos.
Lo que quiero decir es que disfrutes del camino. Y no te atormentes si no consigues alcanzar algún objetivo, o al menos no en el plazo que te habías propuesto. Ten en cuenta que ponerte objetivos ya te diferencia de la mayoría de la gente. Te hará más productivo y motivado que muchos otros por el hecho tener un propósito.
¿Qué quieres conseguir a largo plazo?
Tener una visión de cómo queremos que sea nuestra vida en 5 o 10 años nos ayuda a dibujar un hoja de ruta. Visualiza cómo es tu vida soñada. Define qué significa ser feliz y tener éxito en tu vida para ti y solo para ti. ¿Cuáles son tus prioridades?
Estas preguntas te pueden ayudar a ganar claridad:
- ¿Cómo te imaginas tu vida dentro de 10 años? Sueña a lo grande y no te pongas límites. ¿Cuál es tu gran objetivo?
- ¿Qué tienes que haber logrado dentro de 5 años para acercarte a ese objetivo grande para dentro de 10 años?
- Entonces ¿qué necesitas conseguir en un año para acercarte a tu objetivo para dentro de 5 años?
La mayoría de la gente no se plantea objetivos y menos a largo plazo. Pero si realmente quieres vivir tu vida deseada es la manera de conseguirlo. Primero piensa a lo grande y luego dibuja la hoja de ruta de cómo llegar hasta allí.
¿Qué quieres conseguir el próximo año?
Después de ganar claridad sobre tu visión a largo plazo ha llegado el momento de decidir qué quieres alcanzar en este nuevo año. Define los objetivos parciales que te encaminen hacia tus objetivos a largo plazo. Para ello pregúntate lo siguiente:
- ¿Qué necesitas lograr en un año para acercarte a tu objetivo para dentro de 5 años?
- Entonces ¿qué tienes que haber conseguido en 3 meses para acercarte a tu objetivo para este año?
- ¿Qué primeros pasos puedes dar ya para alcanzar tu objetivo para dentro de 3 meses?
Cómo alcanzar tus objetivos
Para aumentar drásticamente tus probabilidades de perseverar con tus objetivos y alcanzarlos es imprescindible ponerlos por escrito. Las palabras e ideas se las lleva el viento. Pero anotar nuestros objetivos negro sobre blanco nos ayuda a comprometernos con ellos.
También ayuda a tu mente a saber lo que es importante. Así, aún cuando no estés trabajando activamente en tu objetivo tu subconsciente seguirá buscando ideas y soluciones que te ayuden a alcanzarlo.
Cuando pongas tus objetivos por escrito procura que sean SMART, es decir específicos, medibles, alcanzables, realistas y tengan un plazo de tiempo para alcanzarlos. A veces nos puede resultar complicado definir bien un objetivo pero es la única manera de que no se quede en un mero sueño o idea.
Si tu objetivo es mejorar tu bienestar define qué significa para ti. ¿Sentirte más saludable? ¿Sufrir menos estrés? ¿Qué significa alcanzar tu objetivo? Si lo defines podrás determinar los pasos de acción que te lleven a ello.
Sin embargo definir tus objetivos no sirve de nada si no tienes una buena razón para alcanzarlos. Por eso antes te comentaba que es clave que estén alineados con tu visión para la vida que deseas tener. Saber por qué queremos conseguir algo nos ayuda a mantener la motivación para perseverar.
Crea un plan de acción
Si queremos hacer progresos importantes hacia nuestros objetivos debemos convertirlos en pedazos digeribles, es decir en pasitos que nos encaminen hacia ellos. Una vez hayas definido tu objetivo SMART reflexiona sobre las acciones necesarias para alcanzarlo. Volviendo al ejemplo del objetivo de mejorar tu bienestar ¿en qué acciones lo puedes traducir?
Si quieres mejorar tu bienestar físico posibles acciones podrían ser: Caminar cada día al menos 20 minutos. Hacer una actividad física al menos tres veces por semana. Hacer estiramientos cada tarde al volver del trabajo. Empezar el día meditando un rato. Quitar de tu alimentación cosas poco saludables.
Como ves hay muchas cosas que se puede hacer. Por eso es importante que definas bien qué significa tu objetivo para ti y luego determines los pasos que vas a dar. Trata tu objetivo como un proyecto con sus pasos, tareas, hitos y plazos.
Reserva tiempo para trabajar en tus objetivos
Todos estamos muy ocupados. A veces el día a día nos engulle con todos los asuntos que surgen. Para hacer tus objetivos una prioridad, resérvate tiempo en tu agenda para dedicarlo a los diferentes pasos que has definido en tu plan de acción. Si no siempre habrá algo que parezca más urgente.
Anotarnos tareas y actividades en la agenda nos compromete a ellas. Cuando las escribamos nos resultará más difícil no cumplir. Como dije antes poner algo por escrito da a entender a nuestra mente que es importante.
Revisa tus avances y celebra los logros
Si hemos definido bien nuestros objetivos podremos medir nuestro progreso. Te invito a que revises cada semana, cada mes y cada trimestre qué avances has hecho. ¿Has conseguido trabajar en tu objetivo? ¿Has podido hacer todo lo que tenías previsto? Si no es así ¿fuiste demasiado ambicioso o qué te lo ha impedido? ¿Qué aprendizaje puedes extraer de ello para mejorar tu planificación o los pasos a dar para alcanzar tu objetivo?
Además felicítate por los progresos que hayas hecho por más pequeños que sean. Sentirte orgulloso de tus logros aumenta tu nivel de satisfacción, de felicidad y la motivación para continuar.
Crea un sistema de organización y flujos de trabajo
Para tener tu año más productivo es imprescindible mantener una visión de tus objetivos, proyectos, tareas, citas y compromisos. Para ello aprovecha herramientas que te ayuden a mantener el control. Por un lado lleva una agenda en la que anotar tus citas, reuniones y reservar bloques de tiempo para trabajar en tus objetivos.
Por otro lado te serán de ayuda aplicaciones de gestión de proyectos o crearte planes de proyecto en una hoja de cálculo. Esto te sirve también para crear flujos de trabajo de tareas y proyectos recurrentes lo que te ahorrará tiempo a la larga.
Luego es esencial que te busques la mejor forma de mantener una visión de tus tareas. Puede ser un sistema de listas según GTD. Puede ser un diario de viñetas (bullet journal) que combina agenda y listas de tareas. En cualquier caso, las personas productivas buscan la mejor forma de organizarse.
Crea buenos hábitos
Nuestra disciplina y fuerza de voluntad son limitadas. Si solo confiamos en ellas nos puede fallar la motivación. Por eso conviene crear buenos hábitos; porque las rutinas son más fáciles de mantener. Ejemplos son meditar todos los días a la misma hora o hacer ejercicio los mismos días de la semana. Una vez lo convertimos en un hábito incluso lo echaremos de menos si nos lo saltamos un día.
Lo mismo puedes aplicar a otras acciones relacionadas con tus objetivos. Créate una rutina para trabajar en tus proyectos y llevar a cabo ciertas tareas. Procrastinarás menos si tienes una rutina establecida.
También revisa si tienes malos hábitos que deberías abandonar. O puede que haya hábitos que no son exactamente malos pero que ya no te sirven.
Cuida tu salud y bienestar
Solo tienes un cuerpo por lo que cuidarlo debería formar parte de tus prioridades y objetivos. Si quieres ser productivo en tu trabajo es imprescindible que te cuides. Procurarte un buen descanso nocturno, alimentarte de forma saludable, hacer ejercicio y tomarte descansos regulares en el trabajo son clave para mantener cuerpo y mente en forma.
Las habilidades blandas que te ayudan a tener un año más productivo
Para ser productivo y no rendirte de camino a tus objetivos hay habilidades blandas que puedes entrenar. La paciencia, perseverancia y la automotivación son importantes para continuar trabajando aun cuando las cosas se complican.
¿Tiendes a trabajar en un objetivo o proyecto, luego abandonarlo un tiempo y luego volver a arrancar? Eso te hace perder un tiempo valioso. La consistencia, a través de buenos hábitos, nos permite trabajar día sí y el otro también en nuestros objetivos.
El aprendizaje continuo también es imprescindible para ser productivos. Adquirir nuevas habilidades técnicas, blandas y sociales nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos.
Para trabajar en tus objetivos las habilidades para gestionar proyectos te serán de gran ayuda.
No te rindas
Cualquiera puede tener sueños. Pero los que realmente consiguen algo no esperan a que las buenas cosas les lleguen por arte de magia. Trabajan duro, con consistencia y perseverancia. No temen al fracaso porque saben que es una oportunidad de aprendizaje. Siguen adelante a pesar de la incertidumbre de lo que les espera. No se dejan intimidar por el miedo al rechazo. Si un plan falla, analizan qué ha pasado, aprenden de ello y lo adaptan.
¿Realmente quieres que este año sea tu año más productivo? ¿Quieres alcanzar tus objetivos? Entonces deja de lado las excusas y ponte manos a la obra.
¿Quieres tener tu año más productivo y satisfactorio?
¿Qué quieres conseguir este año? ¿Estás dispuesto a trabajar por tus objetivos? ¿Qué acciones puedes tomar ya mismo para avanzar hacia tus objetivos?
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