El autocuidado es básico para nuestro bienestar y nuestra salud. Nos ayuda a ganar energía y sentirnos con fuerzas para acometer nuestro día a día. Si nos sentimos bien se refleja en nuestro estado de ánimo y nuestra motivación.
Por eso cuidar de nuestro cuerpo, mente y alma debería estar entre nuestras principales prioridades. Veamos pues propuestas para tu autocuidado en casa.
Excusas para no dedicar más tiempo a tu autocuidado
¿Crees que no tienes tiempo para cuidar de ti mismo? ¿Te sientes culpable cuando te pones en primer lugar? ¿Crees que no mereces cuidarte y mimarte? O puede que pienses que es una pérdida de tiempo; que no importa. Tal vez creas que tienes cosas más importantes que hacer.
La importancia del autocuidado
A veces se nos olvida que somos la persona más importante en nuestra vida. Si nosotros estamos bien, las personas de nuestro alrededor lo notan y se benefician de ello. El estado de ánimo y las emociones se transmiten y contagian. ¿Qué prefieres contagiar? ¿Tristeza, ansiedad, estrés, rabia…? ¿O mejor alegría, energía, motivación y ganas de comerte el mundo?
Por tanto, cuidar nuestra salud y nuestro bienestar no es egoísta. Autocuidado significa dar importancia a nosotros mismos y a nuestras necesidades. Y eso también beneficia a los demás.
Préstate atención
Por la mañana, cuando te despiertes, tómate un momento para notar cómo te sientes. Presta atención a tu cuerpo y tu mente. ¿Qué notas y sientes? ¿Qué necesitas? Es decir qué cuidados te piden tu cuerpo, mente y alma hoy? ¿Qué actividades te dan energía?
A lo largo del día puedes repetir esa acción cerrando los ojos e inspirando profundamente. Así aprendes a conectar contigo mismo y con tu intuición.
Autocuidado básico
Lo primero para sentirnos bien en nuestra piel es cuidar de nuestro cuerpo. Una buena higiene, alimentación, actividad física y descanso son básicos para ello.
Cuida tu higiene
- Ducharte cada día.
- Lávate los dientes al menos dos veces al día.
- Lavarte las manos a menudo.
- Vestirte.
- Hidratar tu piel.
Cuida tu alimentación
- Hidrátate bien bebiendo al menos 1,5 litros de agua al día. Si siempre tienes una botella a mano resulta más fácil.
- Procura incluir mucha fruta, verdura y legumbres en tu dieta. De este modo te sacias con un aporte calórico menor además de procurarte vitaminas y minerales necesarios.
- Evita la comida basura, bollería industrial y productos procesado. Su estudiada combinación de grasas, sal y azúcar los hace irresistibles. Pero contienen muchas calorías.
Muévete
Nuestro cuerpo se atrofia si no nos movemos. Además perdemos masa muscular rápidamente. Ahora hay muchos artículos y vídeos en internet que te enseñan ejercicios de todo tipo. Por eso:
- Haz ejercicios cardiovasculares (aeróbic, zumba, correr en una cinta o en el sitio, bailar, entrenamiento HIIT, body combat…)
- Entrena tus músculos (flexiones, abdominales, pesas etc.)
- Estira tu cuerpo para prevenir y soltar tensiones. De este modo te mantienes flexible y previenes contracturas.
Descansa y relájate
Recuperarnos de los esfuerzos del día es esencial para nuestro bienestar físico y mental. Por tanto dormir las horas suficientes no solo es importante sino necesario. Tomarnos descansos a lo largo del día y relajarnos también contribuye a recuperar las fuerzas.
Autocuidado para tu mente
Después de repasar los autocuidados básicos, veamos cómo cuidar y nutrir nuestra mente.
- Crea buenos hábitos y dale estructura a tu día.
- Mantén ordenada tu casa y así te liberas de una carga mental.
- Crea un ambiente acogedor con elementos decorativos que te alegran la vista y alimentan tus sentidos. Cuadros, recuerdos de viajes y plantas alegran nuestro hogar. Velas, aceites aromáticos o incienso nutren nuestro olfato.
- Limita el tiempo delante de pantallas varias, es decir televisión, móvil, tablet u ordenador.
- Alivia el estrés que puedas estar sufriendo y reduce los estresores.
- Elige bien con lo que alimentas tu mente, es decir los contenidos que consumes. ¿Qué te aporta lo que lees, escuchas o ves? ¿Aprendes algo, te inspira, te motiva o te divierte? ¿O solamente lo consumes por aburrimiento?
- Aprende algo nuevo. Sea un tema, una habilidad, una receta, un pasatiempos, el espectro es amplio. Igual que nuestro cuerpo, nuestra mente se atrofia si no la ejercitamos.
- Comparte tus conocimientos. Enséñale a alguien algo que dominas.
- Divierte y entretente con pasatiempos, manualidades y juegos de mesa.
- Cuida tu bienestar psicológico.
Autocuidado emocional
Nuestro mundo emocional también necesita que lo cuidemos. Por eso:
- Conversa con tu familia y amigos.
- Ríete y sonríe.
- Escucha música. Créate una lista con las canciones que te encantan y te hacen sentir bien.
- Dale expresión a tus emociones con actividades artísticas como pintar, cantar, bailar o lo que te guste.
- Escribe lo que sientas y pienses en un diario, en forma de poema o relato.
- Masajea tus manos, pies, brazos, hombros y cuello cuando notes tensiones. O deja que te den un masaje si tienes la suerte de tener a alguien en casa que sepa.
Autocuidado del alma
Nutrir nuestro alma significa cuidar nuestro mundo espiritual. Eso quiere decir conectar con nosotros mismos, con nuestro entorno o con algo superior. Este punto es muy personal ya que algunas propuestas dependen de tus creencias.
- Conecta con el presente a través de la respiración o meditación. Toma consciencia de las sensaciones de tu cuerpo y de lo que te rodea.
- Mira por la ventana y disfruta de las vistas: el amanecer, la puesta del sol, los árboles, el césped. Tómate tiempo para inspirar el aire, notar la temperatura, el viento o el sol en tu cara.
- Practica tu creencia sea rezando o leyendo textos sagrados por ejemplo.
- Cuida de las plantas de tu hogar. También es una manera de estar contacto con la naturaleza.
- Ayuda a otros.
- Tómate tiempo para reflexionar sobre lo que es importante en tu vida, tu propósito, tus aspiraciones
- Siente gratitud por todo lo bueno que tienes y te ocurre.
Si trabajas en casa
Además de lo anterior, si trabajas en casa, me gustaría darte unas recomendaciones adicionales. Es fácil que se difuminen los límites entre trabajo y tiempo libre. Por eso procura establecer unos horarios de trabajo.
Luego tómate breves descansos cada hora o al menos cada dos horas. Levántate de la silla para estirar las piernas y descansar la vista. Puedes aprovechar para hacer unos estiramientos para soltar los músculos de cuello, espalda, brazos y piernas. Incluso puedes hacer unos breves ejercicios.
Si te cuesta parar a comer y tomarte descansos, sugiero que te reserves huecos para ello en la agenda como si fueran reuniones.
Un apunte final
Para cuidar nuestro bienestar, el autoconocimiento es importante. Las personas extrovertidas se relajan y recuperan su energía con las relaciones con otras personas. Por otro lado, las personas introvertidas cargan sus pilas y descansan mejor si pasan tiempo a solas. La mayoría nos encontramos en algún punto entre los dos extremos. Por eso escucha a tu intuición y tu estado de ánimo para saber cómo cuidarte mejor en cada momento.
¿Das importancia a tu autocuidado?
¿Cuidarte forma parte de tus prioridades? ¿Te cuidas en todos los sentidos o hay aspectos que sueles descuidar? ¿Cómo puedes mejorar tu cuidado personal?
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