¿Crees que lideras tu vida? ¿O te dejas llevar por los acontecimientos? El autoliderazgo es clave para tener éxito en tu vida y carrera; defines como definas el éxito para ti. Así que veamos qué significa autoliderazgo y cómo conseguir liderar tu vida.
Qué significa autoliderazgo
Nadie puede liderar nuestra vida por nosotros. La cuestión es si realmente lideras tu vida. ¿Te encuentras en el asiento del pasajero mirando cómo sucede? ¿O estás en el asiento del conductor? Es decir, tomas decisiones y tienes hábitos que te permiten vivir la vida que deseas.
El profesor Charles Manz acuñó el término autoliderazgo en 1983 y lo definió como “una perspectiva integral de autoinfluencia que se refiere a liderarse a uno mismo”. Pero también dijo que “todos los seres humanos son ‘autolíderes’; sin embargo, no todos los ‘autolíderes’ son efectivos en el autoliderazgo”.
Más adelante Peter Drucker dijo que ser un ‘autolíder’ es servir como jefe, capitán o director ejecutivo de la propia vida.
Andrew Bryant y Ana Kazan lo definen así: “Autoliderazgo es la práctica de intencionadamente influenciar tus pensamientos, sentimiento y acciones hacia tus objetivos”. Son los autores del bestseller “Self Leadership – How to Become a More Effective, and Efficient Leader from the Inside Out”.
Por qué practicar el autoliderazgo
¿Quieres ser feliz? ¿Quieres estar satisfecho con tu vida? ¿Tienes sueños y aspiraciones pero no consigues alcanzarlos? Hay muy buenas razones para ser el líder de tu vida.
Pero es difÃcil si vives tu vida cual vela al viento; si te dejas llevar por los acontecimientos sin ser parte activa. Las personas felices y con éxito tienen la sensación de controlar su destino. Llevan su vida con intención y propósito. Eso es porque sentir que tu vida tiene sentido es de lo más satisfactorio. Pero para tener éxito en ese cometido, necesitas un autoliderazgo efectivo.
Cómo practicar el autoliderazgo
Autoliderazgo significa tomar responsabilidad por nuestra vida, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Quiere decir definir cómo queremos vivir y a qué aspiramos. Además, significa crear hábitos y tomar acciones que te encaminan hacia dónde quieres ir. Pero eso requiere también sentirnos capaces de hacer lo que pretendemos.
Veamos las cualidades y hábitos que te ayudan a practicar un autoliderazgo efectivo.
1. Toma responsabilidad
Para liderar tu vida, lo primero es liderarte a ti mismo. Para ello, necesitas abandonar la mentalidad de víctima que echa la culpa a otros o a las circunstancias. Hace falta asumir la responsabilidad de tus pensamientos, sentimientos y acciones.
Además, no dejes que otros controlen cómo debes pensar y actuar. Analiza las maneras, a menudo sutiles, donde te has dejado seducir a renunciar a la responsabilidad. En última instancia, tú decides cómo quieres sentirte.
2. Piensa y siente de forma efectiva
Una vez te responsabilices de tus pensamientos y sentimientos, presta atención a tu diálogo interior. ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Con cariño y respeto o de manera que minas tu autoestima?
La clave está en entrenarte para prestar más atención a los pensamientos positivos y a tratarte con amor y autocompasión.
También presta atención a cuándo te sientas provocado, de forma positiva o negativa, por las situaciones. En caso de situaciones que te resulten negativas, intenta no precipitarte con las conclusiones.
En vez de ello, toma una actitud de curiosidad y pregúntate: “¿Por qué habrá hecho eso?”. De este modo te permites reflexionar y considerar las situaciones desde diferentes ángulos. También ganas tiempo para no reaccionar precipitadamente de una manera negativa. Si empiezas a prestar atención a tus reacciones, podrás reconocer patrones de comportamientos que quizás no siempre sean los más adecuados o efectivos.
En definitiva, autoliderazgo significa primero tomar consciencia de tus pensamientos y sentimientos. Así podrás detectar patrones que puedan requerir de mejora. Luego podrás aprender y entrenar respuestas conductuales más efectivas.
3. Averigua tu propósito
Para liderarte a ti mismo necesitas conocer tu propósito. Quiere decir por qué y para qué quieres lo que quieres. Eso te proporciona una motivación intrínseca y una dirección.
Así que pregúntate qué es realmente importante para ti. Luego define qué significa éxito para ti. Una vez lo tengas claro, pregúntate por qué quieres tener éxito.
Para llegar al fondo de tus motivaciones, ahonda en tu buena razón. Pregúntate por tu por qué y para qué. Luego reflexiona sobre qué es importante de ello. Repítelo una y otra vez hasta realmente llegar a tu propósito y tus motivaciones de fondo.
4. Conócete
Para practicar un autoliderazgo efectivo necesitas conocerte bien. Eso son por un lado tus capacidades, fortalezas y debilidades. Por otro lado, requiere tomar conciencia de tu mente.
En este sentido hay cosas en tu mente, digamos de forma más presente, y cosas en el fondo de tu mente, de forma más subconsciente. Las primeras son palabras, imágenes, asociaciones y significados. El segundo grupo incluye tus valores, propósito, intenciones y resultados.
La autoconciencia te da perspectiva para observar tu mundo interior y exterior. De este modo te permite aprender a predecir tus comportamientos. Eso a su vez te permite controlar y elegir cómo actuar. Si quieres resultados diferentes, necesitas cambiar. Para cambiar necesitas modificar primero tu actitud y forma de pensar. Después podrás modificar tus acciones.
Así que aprovecha tu autoconciencia para dar un paso atrás y preguntarte: ¿Por qué y para qué hago esto? ¿Por qué veo esto de esta manera? ¿Cómo puedo pensar y sentir de forma diferente para conseguir resultados diferentes?
5. Confía en ti mismo
Otro punto esencial en el autoliderazgo es tu autoconfianza. A menudo saboteamos nuestro potencial de desarrollo y éxito debido a la falta de confianza.
Cuando tienes confianza en ti mismo no sientes la necesidad de compararte con otros. Sabes que la única comparación válida es con quién fuiste, quién eres y quién quieres ser.
Para ello, necesitas tomar responsabilidad de tus poderes internos y externos. Los poderes internos son tus pensamientos y sentimientos. Los poderes externos son la habilidad de hablar y tomar acción.
Nuestro punto de vista no siempre será el correcto. Nuestras acciones no siempre llevarán al éxito. Pero con autoconciencia e intentando ser tu mejor versión, podrás confiar en que has dado lo mejor que podías. Lo has hecho lo mejor que sabías. Entonces, cuando hablas y actúas con autoconfianza, tus resultados serán mejores que si lo haces dudando de ti mismo.
Recuerda que no puedes controlar lo que otros piensan y cómo actúan. Pero sí puedes controlar cómo piensas, te sientes y actúas tú. Por eso valórate y acéptate tal y como eres. Eres único y capaz de aprender y crecer.
6. Sé autosuficiente
Este punto está relacionado con el anterior. Con autoconfianza nos responsabilizamos de nuestro presente. Con autosuficiencia nos responsabilizamos de nuestro futuro.
Se trata de creer que podemos lidiar con todo lo que se nos presente. Es decir que aceptamos las consecuencias, sean positivas o negativas, de cualquier situación con la creencia de que podremos manejarlas.
Significa estar dispuesto a probar cosas nuevas. El secreto del éxito es tomar acción, evaluar la situación y resultados, revisar nuestras suposiciones, hacer ajustes y seguir adelante.
En Programación Neurolingüística se suele decir que no hay fracaso; solamente retroalimentación para mejorar. Cometer errores nos permite avanzar y aprender a hacerlo mejor la próxima vez. En este sentido, de poco te sirve el perfeccionismo. Solo te retiene. Es mejor adoptar la mentalidad de ‘mejor hecho que perfecto’ si quieres progresar.
Por tanto, ser autosuficiente te permite ser creativo, innovar y ser más resiliente.
7. Sé tu mejor versión
Un buen autolÃder aspira a la maestría personal y a la excelencia. Practicar el autoliderazgo quiere decir elegir ser lo mejor que puedas. Eso implica primero comprometerte con quién quieres ser. Luego significa actuar en consecuencia, adoptando buenos hábitos y comportamientos que te permitan llegar hacia dónde quieres.
Todo ello requiere una mentalidad abierta y una curiosidad por aprender y desarrollarse continuamente. Sin embargo, para tener éxito necesitarás hacerlo desde la autoaceptación.
8. Prioriza
Liderar tu vida y ser tu mejor versión requiere tomarte tiempo para lo que realmente te importa. Un verdadero ‘autolíder’ conoce sus prioridades. Además sabe gestionar su energía y su tiempo para dedicarlos a lo que le importa y lo que le encamina hacia dónde quiere llegar.
9. Aprende a decir ‘no’
Priorizar significa decir ‘sí’ a lo más importante y ‘no’ a lo que te aleja de tu propósito, valores, prioridades y aspiraciones. Así que aprende a decir ‘no’ a todo lo que te puede retener o descarrilar de tu camino.
Puede ser un diálogo interno negativo o hábitos que no te convienen. Quizás sean las opiniones de otros sobre cómo deberías ser. Tal vez sea la necesidad de aprobación de otros. Quizá no te valores lo suficiente. Tal vez sueles ser indeciso y procrastinar. O tal vez tengas miedo a perderte algo. Por eso aceptas cualquier invitación y te apuntas a cualquier plan o evento. Quizás haces promesas por miedo a decir que no, pero que luego te cuesta cumplir.
10. Celebra tus éxitos
Sentirte orgulloso de tus logros es esencial para motivarte. De este modo refuerzas tu autoliderazgo y aumentas las probabilidades de éxito en tu vida y carrera.
¿Has empezado un buen hábito o has conseguido mantener uno? ¿Has conseguido algún logro personal o profesional? ¿Te has tomado tiempo para tu desarrollo personal o profesional?
Entonces date una palmadita en la espalda, haz un baile de triunfo, mímate de alguna forma o lo que se te ocurra para celebrarlo. Reconocer el camino andado y todo lo que has conseguido ya te ayudará a disfrutar más del viaje de la vida además de consolidar los buenos hábitos.
11. Influye
Practicar un autoliderazgo eficiente también significa influir en otros. Cuidado, porque no hablo de manipulación. Significa usar tu confianza, tus intenciones claras y tu autoeficiencia para pedir lo que necesitas.
Pero también requiere escuchar activamente lo que otros dicen y prestar atención a lo que hacen. Averigua sus intenciones, motivaciones, creencias y valores. Todo ello influye en su comportamiento. Luego conecta sus intenciones y con aquello de lo que les quieres convencer.
12. Ten un impacto positivo
La gente no suele medir nuestra autoestima y nuestro valor. Miden nuestro impacto a través de lo que decimos y hacemos.
Un autolíder eficaz lidera con el ejemplo. Emplea la inteligencia emocional para gestionar sus emociones y relacionarse con otros de forma respetuosa. Tomando responsabilidad, siendo autoeficiente, priorizando, trabajando en sus objetivos y siendo asertivo da ejemplo de cómo liderar la propia vida. De este modo animará a otros a tomar las riendas de su vida y mejorar su autoliderazgo.
¿Practicas el autoliderazgo?
¿Crees que lideras tu vida? ¿Te encuentras en el asiento del conductor o del copiloto de tu vida? ¿Depende de las situaciones?
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