Otro año está tocando a su fin. Mientras estés inmerso en los últimos preparativos para Navidades, Año Nuevo y Reyes, como organizar comidas o cenas o buscar regalos, tal vez también estés pensando en qué te deparará el año que viene.
Aunque haya muchas cosas que no podamos controlar ni podamos adivinar todo lo que nos sucederá, sí podemos decidir cómo ocupar nuestro precioso tiempo. Y ello sí que en gran parte nos permitirá influir en lo que nos puede ocurrir. Porque estaremos activamente tomando las riendas de nuestras vidas.
Los buenos propósitos
Al terminar un año y empezar el siguiente, muchos nos proponemos buenos propósitos para el año que nos espera. Cosas que queremos o creemos que debemos conseguir y hacer.
Pero ¿cuántos convertimos esos buenos propósitos en una realidad?
Que los propósitos sólo que queden en eso puede tener varias razones. Bien porque no tenemos una buena razón o motivación que realmente nos convenza a nosotros mismos. O bien porque no convertimos los propósitos en objetivos y planes de verdad.
Cómo convertir los buenos propósitos en objetivos
Mientras el propósito es la intención de hacer algo, el objetivo es el resultado deseado de una serie de metas y acciones. Un buen objetivo se puede determinar y concretar con el modelo SMART:
Specific (Específico): El objetivo debe ser específico y concreto de modo que cualquier persona, a la que se lo expliques, entienda qué es lo que pretendes alcanzar. Pregúntate qué es lo que quieres conseguir y el porqué. Es decir cuáles son tus razones y cuáles serán los beneficios.
Medible: Nuestra meta debe ser de alguna forma cuantificable para que tengamos una vara de medir que nos permitirá evaluar el nivel de consecución de nuestro objetivo.
Alcanzable: Si nos ponemos un reto inalcanzable corremos el riesgo de abandonar. Por tanto, nuestro objetivo debe constituir un reto pero ser posible de conseguir.
Realista: En línea con el punto anterior, nuestro objetivo debe ser realista dentro de nuestras posibilidades, recursos y nuestra motivación para alcanzarlo.
Tiempo: Aunque a veces puede resultar complicado, si queremos alcanzar una meta, necesitamos acotar el tiempo de realización. Ponernos un plazo, nos permitirá fijar también las diferentes etapas a alcanzar de camino hacia nuestro objetivo.
Pero antes de plantearte tus objetivos para el próximo año, te sugiero unos pasos para motivarte y aprender de lo vivido hasta el momento.
Repasa el año que termina
Por eso, el primer paso que te recomiendo es un repaso mental a lo que ha ocurrido este año. Piensa en todo lo que has logrado, todo lo que has aprendido, todo lo que te ha emocionado e inspirado. También recuerda cosas que podrían haber salido mejor y qué has aprendido de ellas. Piensa si hay algo que podrías haber hecho diferente para conseguir un mejor resultado.
Por un lado recordarás más conscientemente todo lo que has experimentado a lo largo del año. Por otro lado posiblemente te sorprenderá todo lo que ha sucedido y todo lo que has hecho. Asimismo tus logros y aprendizajes te motivarán de cara al siguiente año y tus nuevos o revisados objetivos.
Revisa tus valores y lo que más te importa en tu vida
Antes de proponerte nuevos objetivos te sugiero que reflexiones sobre lo que más valoras en tu vida. Piensa cuáles son las áreas más importantes de tu vida que quieres cuidar y a los que quieres dedicar tiempo. Cuanto más claro tengamos los valores y prioridades de nuestras vidas y más tiempo y esfuerzo dediquemos a ellos, más satisfechos nos sentiremos con nuestra vida. Puede ser útil ponerlo todo por escrito. Así a lo largo del año puedes consultarlo de vez en cuando y revisar si tus objetivos y acciones siguen en línea con tus valores y prioridades.
Objetivos para el año nuevo
Una vez hayas repasado el año que termina y tengas claro lo que más te importa, llega el momento de pensar en tus objetivos para el año siguiente. ¿Qué es lo que quieres conseguir y hacer? ¿Qué te permitirá vivir de acuerdo a tus valores?
Te recomiendo poner también tus objetivos por escrito. Robin Sharma sugiere en su libro “El monje que vendió su Ferrari” que a lo largo del día podemos tener alrededor de sesenta mil pensamientos. Tener nuestros objetivos escritos ayudará a nuestra mente a reconocer los pensamientos dirigidos a los objetivos como más importantes que los demás y así dirigir nuestra energía hacia ellos.
A la hora de decidir tus principales objetivos ten en cuenta las acciones necesarias para su cumplimiento y cuánto tiempo requerirán esas acciones. Por tanto, no te pongas demasiados objetivos para que realistamente tengas posibilidades de alcanzarlos y así evitar frustraciones.
Siguiendo el modelo SMART, concreta tus objetivos. Es decir, determina qué es lo que quieres alcanzar para que puedas considerar el objetivo como cumplido. Cuál es tu resultado deseado y hasta cuándo quieres conseguirlo.
La importancia del porqué
A fin de mantener el foco en nuestros objetivos y la motivación para trabajar en ellos, es importante tener buenas y fundadas razones. Eso no quiere decir que tus razones deban ser complejas, sólo que para ti sean los suficientemente buenas para que te motiven. El porqué queremos conseguir ciertos objetivos estará muy relacionado con los valores y prioridades que hayamos determinado para nosotros.
Congruencia de los objetivos con tus valores
Además de proponerte objetivos en consonancia con tus valores, también ten en cuenta que no se contradigan o perjudiquen entre ellos. Pongamos por ejemplo quieres mejorar profesionalmente pero también quieres dedicar más tiempo a tu familia. En este caso proponte los objetivos correspondientes de modo que la mejora profesional no perjudique el objetivo de tener tiempo para tu familia sino intenta buscar un equilibrio entre ambas metas.
Concreta el resultado deseado y las acciones necesarias
Una vez hayas decidido tus objetivos, plantéate qué pasos deberás dar para cumplirlos. Conviene ponerlos también por escrito para aún concretar más tus objetivos y tomar más conciencia de las acciones necesarias. Puede haber objetivos en cuyo caso tienes claros todos los pasos. Sin embargo puede haber otros en cuyo caso sólo sabrás determinar el primer paso necesario. Cuando se trata de algo que no hayamos hecho nunca, es difícil esbozar un plan detallado. Pero decidir simplemente el próximo paso que te acercará hacia tu objetivo ya te ayudará a comprometerte con tu meta y evitar la sensación de agobio de no saber por dónde empezar.
Distribuye los objetivos y sus acciones asociadas
No pretendas hacerlo todo a la vez y enseguida. El año tiene 365 días. Sino puedes correr el riesgo de perder fuelle y las ganas rápidamente. Así que en función de tus obligaciones y del tiempo y periodicidad que requieren las acciones destinadas a la consecución de tus objetivos, reparte tus objetivos a lo largo del año.
Si se trata de nuevos hábitos que quieres adquirir, recuerda que se tarda de uno a dos meses para realmente incorporarlos a la rutina. Pero el año tiene doce meses por lo que podrías adquirir entre seis y doce nuevos hábitos el próximo año, lo que no está nada mal.
Ponte pequeñas metas y celebra tus logros
Además de determinar las acciones necesarias para alcanzar tus objetivos, también te ayudará establecer etapas intermedias. Nuestros objetivos y proyectos se harán más digeribles si notamos los avances que hacemos. De allí que el modelo SMART propone que un buen objetivo sea medible. Así podremos definirnos pequeñas metas de camino hacia nuestro objetivo. Y cada vez que alcances alguna de las etapas, te sugiero que te pares a celebrar el logro. Puede ser simplemente el tomarte un momento para felicitarte o premiarte de algún modo. O bien el compartir la alegría de tu logro con alguien. La cuestión es que te servirá para auto motivarte y mantener las ganas de continuar hacia tu objetivo.
No tienes que hacerlo solo
Para mantener la motivación puede ser muy útil sentirse “obligado” a rendir cuentas. Eso se puede articular de distintos modos. Una manera puede ser compartir tus objetivos, o alguno de ellos, con familiares o amigos para que te sientas empujado a avanzar en tus objetivos y así poder compartir tus avances con ellos.
Otra forma puede ser el trabajo en equipo. Si por ejemplo has decidido mejorar tu forma física, tal vez quieras buscar un amigo, familiar o compañero con el que hacer deporte para que os animéis mutuamente.
Si uno de tus objetivos es aprender algo nuevo, pero te cuesta hacerlo solo, tal vez puedas buscar un grupo de estudio.
En función del objetivo y tu forma de ser, decide cuál es la mejor manera de sentirte “acompañado” en el viaje hacia el objetivo.
Sé flexible
Como dijo John Lennon en su canción “Beautiful Boy” “La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
A lo largo de un año pueden ocurrir muchas cosas y hasta pueden cambiar nuestras prioridades. Por ello, te sugiero que no te aferres demasiado a tus objetivos. Debes estar preparado para modificarlos, adaptarlos a tus circunstancias o incluso abandonarlos. No lo consideres un fracaso. Recuerda que tus objetivos deberían estar alineados con tus valores y prioridades. Así que si cambian tus prioridades puede ser oportuno revisar tus objetivos.
Disfruta del viaje
Por último, y aunque mantengas la mirada puesta en la consecución de tus objetivos, recuerda disfrutar del viaje. Vive el presente y cada minuto que dediques a las cosas importantes de tu vida. El tiempo es nuestro bien más preciado y no podremos repetir los momentos vividos. Además hay objetivos en los que el viaje ya es parte del resultado deseado.
Pongamos por ejemplo que tu propósito es reducir el estrés negativo en tu vida. Primero conviértelo en un objetivo de verdad. Determina qué significa exactamente para ti, cuál es tu razón y motivación para trabajar en esa meta y cuál es el resultado deseado. Luege decide qué tipo de acciones y comportamientos deberás incorporar a tu vida. Cada nuevo hábito que adquieras para contrarrestar el estrés, te acercará al resultado deseado. Pero los nuevos hábitos y las acciones en sí, es decir el viaje, ya te estarán ayudando a disfrutar más tu vida y a estresarte menos.
¿Preparado para el próximo año?
Te deseo todo lo mejor para el año que viene. Que consigas cumplir tus objetivos para vivir de acuerdo a tus valores y prioridades. Si se te queda corto el modelo SMART para alcanzar tus objetivos, tal vez quieras probar el método WOOP. ¡Feliz Año Nuevo!
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20 respuestas
Dorit es un gusto para mí saludarte y estar por primera vez en tu blog.
Estamos en época de objetivos nuevos y de replantear propósitos, así que tu post cae como anillo al dedo para todo aquel que se encuentre un poco perdido en este tema.
Por mi parte yo estuve todo este año enfocada en un solo objetivo y déjame decirte que me fue muy bien, así que de ahora en adelante haré lo mismo cada año, no me pondré metas kilométricas ni dibujaré en mi camino cientos de propósitos sin haber logrado si quiera a uno, no, con un objetivo me basta, y tal como lo planteas, podré ir dándole una nueva forma o dibujarlo de otra manera, sin ponerme camisa de fuerzas para cumplirlo. Este año que termina estuve enfocada en mi amor propio y el año que comienza en dos días lo dedicaré a amar de manera saludable, así que con este firme propósito emprendo mi viaje llamado 2017, y sé que eso le traerá grandes recompensas a mi vida.
Un abrazo y recibe el año feliz.
Muchas gracias por tu comentario, Eliana. Como bien dices, cada uno debe valorar cuántos objetivos ponerse para enfocar bien su energía y conseguir cumplirlos. ¡Te deseo todo lo mejor para el año 2017 y tu objetivo de amar saludablemente! Feliz Año Nuevo!
Hola, Dorit: también para mí es una primera vez, me parece, y celebro coincidir con tu propuesta. Estoy bastante familiarizada con el mundo del coaching (tengo un máster, aunque no soy coach) y voy a contarte mi motivación fuerte (mi “paraqué” potente) y un valor personal que está en el trasfondo de esa motivación. Esta consiste en ayudar a otras personas a tener mejores relaciones consigo mismas a través del lenguaje (por aquello de que las palabras crean realidades) y el valor personal que hay detrás es la coherencia. ¿En qué punto me sirve? En que no puedo contar que algo se puede si yo no lo he hecho antes.
De manera que ahí me tienes, haciendo cada vez mejores interpretaciones de lo que me pasa y de lo que veo (sé que son mejores porque no me quitan energía). Y creo que las palabras que utilizamos para describir experiencias son tan poderosas que hasta pueden cambiar no solo el registro de lo vivido, sino propiciar experiencias mucho más saludables.
Así que ¡encantada, como te digo, de coincidir en algo tan motivador y transformador! Un abrazo… de finales y de principios 😉
Muchas gracias por tu comentario, Marian, y por compartir uno de tus valores y motivaciones. Yo también creo en el poder de las palabras. El cómo nos comunicamos no sólo con otros sino con nosotros mismos influye en lo que conseguimos alcanzar en nuestras vidas y en cómo nos sentimos. Te deseo un feliz viaje de interpretación de tus vivencias para 2017!
Hola Dorit! Encantada de estar por aquí por primera vez.
En el repaso anual que hago cada año, casi siempre empiezo por lo que ha ido bien el año que dejo (para no martirizarme desde el principio). También repaso lo que no ha ido bien y por qué, siempre trato de tener una actitud proactiva.
Lo que más me ha gustado es el punto en el que dices “revisa tus valores y lo que más te importa en tu vida”. Me parece crucial tener claros tus valores para ir por la vida en paz, sin remordimientos. Y lo que más te importa en la vida; eso es. Tener claras tus prioridades, qué es importante, a qué renuncias y a qué no.
Me encanta leer este tipo de artículos, especialmente en esta época.
Te deseo lo mejor para este 2017 : D
Hola, Pilar y muchas gracias por tu comentario. Me alegra saber que empiezas tu repaso anual reflexionando sobre el año que termina. Es tan importante para valorar mejor lo que tenemos, hemos conseguido, hemos aprendido y podemos mejorar y por ende motivarnos para seguir adelante.
Recomiendo revisar los valores y prioridades porque sirven de brújula y enfoque para nuestra vida.
Feliz Año Nuevo!
Siempre se empieza el nuevo año con nuevos propósitos. alguno se alcanzan a realizar y otros muchos quedan en la intención.
hace varios años que ya no me pongo metas ni intento hacer mas de lo que resulte en el camino, me frustro menos y disfruto mas.
Feliz año.
Gracias por tu comentario, Amparo. Cada uno debe elegir cómo vive más feliz. Pero ¿te has planteado por qué se te quedaban algunos propósitos en la intención? Tal vez por no convertirlos en objetivos de verdad? Tal vez por no tener una razón lo suficientemente buena que te motivara? Lo digo porque a mí me ha pasado. ¡Qué sigas disfrutando y qué tengas un feliz 2017!
Hola Dorit
Es la primera vez que entro en tu blog y te leo y me ha gustado mucho este post, tiene muy buenas recomendaciones.
Estoy totalmente de acuerdo cuando dices que tenemos que marcarnos objetivos que se alineen con nuestros valores, y que si estos cambian a lo largo del año, también tienen que cambiar nuestros objetivos. Las circunstancias pueden cambiar o incluso nosotras mismas y hay que ir evolucionando con la vida y lo que nos va sucediendo. Y siempre tenemos que tener claro la razón, el porque queremos conseguir ese objetivo para que así nos sea más fácil seguir luchando por ello aunque encontremos piedras por el camino.
¡Feliz año 2017!
Un abrazo
Gracias por tu comentario. Recomiendo ir revisando si tus objetivos siguen alineados con tus valores y prioridades porque a veces podemos caer en la trampa de no querer abandonar un proyecto que ya no nos aporta por considerarlo un fracaso. Así que, si tenemos poder de decisión sobre si seguir adelante o no, es mejor aligerar nuestra carga y enfocar nuestra energía hacia lo que realmente nos aporta.
Justamente publique un post relacionado con este tema. Y es que para vivir aquello que tanto queremos lo único valido es ponerle acción y acción a todo lo que queremos. Tiempo, a veces queremos que toda suceda en el ahora y no siempre la vida es así.
Ser realistas es una tarea que nos toca asumir cuando menos lo queremos. Para que los buenos propósitos sean realistas hay que hacer determinar que es lo que queremos, por qué lo queremos y para cuando lo queremos.
Saludos.
Gracias por tu comentario, Alexandra. Efectivamente un objetivo sin por qué, qué, cuándo y acción sólo es un propósito que probablemente no lleguemos a realizar
Hola Dorit!
Tu blog ha sido todo un descubrimiento!
No puedo estar más de acuerdo contigo en que uno de los aspectos más relevantes a la hora de llevar a cabo nuestros objetivos es la alineación de los mismos con nuestros valores y la definición de acciones temporizadas que nos permitan acercarnos de manera constante a nuestros deseos y necesidades más anheladas.
Me ha parecido brillante tu forma de desarrollar el tema, enhorabuena por el post!
Un fuerte abrazo! Te seguiré de cerca!
Ali
Muchas gracias por tu comentario, Ali. ¡Me alegra mucho que te haya gustado tanto y haber ganado una nueva lectora!
Hola guapa, voy a ser muy sincera contigo, me gusta mucho como enfocas el tema y los consejos que das y lo bien que haces ver esta forma de planear y hacer tus objetivos más medibles y reales. Una técnica estupenda, sin embargo, te confieso que se me hace un rollo todo el tema, súper complejo, complicado y aburrido tanto tema.
Sí, le veo lo bueno al asunto, claro que sí, creo que tiene mucha lógica, desde luego, pero seamos honestas seguir todas estas pautas para crear unos objetivos o propósitos para el nuevo año es casi una misión imposible y a no ser que seas muy metódica, administrativa o no sé cuál sería la palabra para definirlo, el asunto es que la gente del “común”, la normal, no haría todo esto, no consideraría todo esto para hacer un buen propósito y se quedaría en que mejor no hacer nada que esto es mucho rollo 🙂
jajaja no sé si me explico, me parece genial y yo lo hago, porque sí, no sigo le técnica a rajatabla, porque soy más de crear mis propias técnicas, pero sí que creo en ella. Sin embargo, también creo que debemos aprender de estos modelos y crear nuestras propias versiones más accesibles a todo el mundo 🙂
Un abrazo,
Muchas gracias por tu comentario, Diana. Estoy de acuerdo contigo en que cada uno debemos llevar los aprendizajes y las técnicas a nuestro terreno. Pero en realidad el paso que más tiempo te puede llevar es el de reflexionar sobre tus valores y prioridades si no lo has hecho nunca. La primera vez que lo hice me resultó muy esclarecedor y desde entonces tengo mucho más claro cómo quiero vivir y qué quiero dedicar mi tiempo. Después, a la hora de plantearte tus objetivos relamente este paso supone menos de un minuto. Los demás pasos para establecer tus objetivos con la ayuda del modelo SMART te llevarán más o menos tiempo según la complejidad del objetivo. No es lo mismo plantearte que quieres perder unos kilos que decidir montar una empresa. Pero tener el modelo en mente te ayudará a concretar tu propósito lo suficiente para que se convierta relamente en un objetivo realista y alcanzable.
¡Me ha encantado! Justamente la otra semana hablaba de objetivos. Y la técnica SMART ¡funciona! Es muy importante que sean medibles y objetivos entre otras cosas.
¡Un abrazo gigante!
Gracias Yolanda. A veces cometemos el fallo de no definir qué significa para nosotros haber alcanzado un objetivo. Por un lado nos puede llevar a frustrarnos porque parece que lo alcanzamos nunca y por otro lado no tendremos manera de establecer metas y etapas intermedias que nos permiten medir y celebrar nuestro progreso. Por eso es tan útil concretar bien nuestros objetivos. Un abrazo
Hola! Creo que hay que ponerse objetivos reales y que se puedan alcanzar porque sino empezamos el año con muy buenos deseos y ahí se quedan, sin hacer nada.
Y totalmente de acuerdo en no hacerlos todos a la vez, sino también se quedarán en muy buenas intenciones pero no se harán.
Gracias por tu comentario, Alicia. Efectivamente si llenamos demasiado nuestro plato nos arriesgamos a sentirnos desbordados y que se queden varios propósitos y objetivos por el camino causando frustración. Debemos recordar que el año tiene 12 meses y 365 días.