[vc_row][vc_column][vc_column_text]De niños vivimos dirigidos por nuestras necesidades y deseos. Cuando tenemos hambre pedimos comida a nuestros padres. Cuando queremos jugar lo hacemos.
Pero poco a poco se nos va educando a reprimir nuestros instintos. Aprendemos que debemos terminar los deberes para poder ir a jugar. Nos enseñan a esperar a que termine la clase para ir al baño.
Luego nos encontramos de adultos trabajando sin parar, sin tiempo para ir al baño, comiendo un sándwich rápido en nuestra mesa y llegando a casa demasiado agotados para jugar con nuestros hijos o dedicar tiempo a nuestros intereses.
Vamos a trabajar aunque no nos sintamos bien, porque sólo es un resfriado, y no nos podemos permitir faltar. Sabemos que deberíamos descansar pero tenemos tantas cosas que hacer. Tal vez incluso estemos atrapados en tal espiral de carga de trabajo y responsabilidades que hemos aprendido a ignorar la sensación de hambre, sed y cansancio.
¿Vas a #trabajar aunque no te encuentres bien? ¿Trabajas sin parar a #comer, #beber o #descansar? Tu #cuerpo y #bienestar se resentirán Share on X
El cuerpo avisa
Nuestros cuerpos nos avisan sobre sus necesidades. Las más básicas son la sensación de sed, de hambre o de ganas de ir al baño por ejemplo. Pero las tensiones, contracturas o dolores son señales de que algo no va bien. Un dolor de cabeza o de garganta, una contractura en la espalda son avisos que nos envía nuestro cuerpo.
¿Haces caso a tu cuerpo?
¿Crees que estás conectado con tu cuerpo? ¿Haces caso a las señales que te envía?
Si tomamos más consciencia y prestamos atención a las señales, nos daremos cuenta cuándo necesitamos descanso, actividad física, ciertos alimentos etc. Nuestro organismo es muy listo. Nos pide más sueño si lo necesitamos. Nos da apetito de ciertos alimentos cuando le faltan nutrientes. Incluso nos hace inquietos cuando necesitamos movimiento y actividad física.
Más allá, las molestias y los dolores nos avisan de que algo no va bien. Nos señalan que nuestro cuerpo tiene algún problema al que debemos prestar atención.
Nuestro #cuerpo nos avisa no solamente sobre sus #necesidadesbásicas sino también en forma de #molestias y #dolores cuando algo no va bien. Hazle caso Share on X
Aprende a interpretar las señales de tu cuerpo
Si queremos cuidarnos debemos aprender a interpretar las señales de forma adecuada.
Dolor de cabeza, tensiones en cuello, espalda, garganta irritada… ¿Ignoras esos avisos pensando que no es para tanto o le pones remedio?
Cuando hablo de remedio no me refiero a tomar simplemente una pastilla y seguir con el mismo ritmo de trabajo y obligaciones. Te sugiero que analices qué te ha causado la molestia. Puede que simplemente hayas cogido frío y por eso te has resfriado. Pero también tendrías las defensas algo bajas. Una tensión muscular puede deberse a una mala postura prolongada. Pero también influye el estrés que nos hace tensar los músculos.
Por tanto, conviene no solamente prestar atención a los avisos sino también reflexionar sobre los posibles causantes.
Cuando tu #cuerpo te avisa con #molestias o #dolores no sólo pongas remedio. Analiza las #causas y tu #ritmodevida Share on X
Revisa tu sentido de la responsabilidad
Es importante ser una persona responsable. Sin embargo, sugiero que revises tus baremos de responsabilidad. Por creer que no puedes faltar al trabajo ¿expones a tus compañeros a que se contagien de tu resfriado o gripe? ¿No es mejor que falte una persona algún día a que se den de baja varias? Además ¿te has dado cuenta de que rindes menos cuando no te encuentras bien?
O tal vez tu sentido de la responsabilidad te lleva a sobrecargarte de obligaciones y compromisos. Ello a su vez te puede causar una sensación de agobio y de no llegar a todo.
Reflexiona qué obligaciones consideras ineludibles. ¿Realmente es tan grave faltar a un compromiso o al menos aplazarlo? ¿El plazo de entrega de algún asunto es realmente inamovible? A veces nos metemos mucha presión. Encontrarnos mal puede entonces ser una buena oportunidad para considerar nuestras prioridades. ¿Es más importante tu salud o esa reunión? ¿Vale más tu bienestar o acudir a ese evento? Revisa tu sentido de la responsabilidad, tus prioridades y practica tus habilidades de delegar responsabilidades y tareas.
¿Crees que no puedes faltar al #trabajo aunque no te encuentres bien? ¿Tiendes a sobrecargarte de #compromisos y #obligaciones? Revisa tu sentido de la #responsabilidad Share on X
Quítate el sentimiento de culpa
Puede que te sientas culpable por no ir a trabajar, por no hacer cierta tarea, no cumplir con cierto compromiso. En cuanto al trabajo, piensa que nadie es imprescindible y que tu jefe y compañeros sobrevivirán algún día sin ti (igual que cuando te vas de vacaciones). Si hace falta (y puedes), llama y da indicaciones a la persona que te vaya a suplir o ayudar con algún tema puntual que no pueda esperar.
Pensando en tareas pendientes, valora su plazo de realización. ¿Son realmente urgentes o pueden esperar? ¿Hay plazos autoimpuestos que puedes cambiar? Si alguna cosa no pudiera esperar ¿quién la puede hacer en tu lugar?
Pero sobre todo no te sientas culpable por darle prioridad a tu salud y bienestar. Sólo tenemos un cuerpo y una vida. Si no nos cuidamos nosotros, nadie lo va a hacer por nosotros.
Quítate el síndrome FOMO
Alguna vez te he mencionado el síndrome FOMO. Este acrónimo viene del inglés “Fear of missing out”, es decir el miedo a perderse algo. Se suele relacionar sobre todo con estar enganchado a los medios sociales. Pero lo podemos aplicar perfectamente a otros asuntos de nuestra vida.
¿Crees que te vas a perder algo si te quedas en casa? ¿Qué cosa tan importante te puedes perder si nos a ese evento, encuentro, conferencia o lo que sea? ¿Es más importante que tu salud?
¿Te sientes #culpable si faltas a #trabajar por #enfermedad? O ¿crees que te vas a perder algo? Quítate el #sentimientodeculpa y el #síndromeFOMO Share on X
Cuídate
Eso quiere decir cuidar que tu alimentación sea equilibrada y natural. Intenta evitar los productos elaborados cuya lista de ingredientes parece un enigma. Cuanto más natural el alimento más nutrientes, vitaminas y minerales contendrá.
La segunda pata es la actividad física. Los que trabajamos en oficina nos pasamos muchas horas sentadas. Para compensarlo levántate a menudo para estirarte y moverte. Además búscate actividades físicas que te diviertan. Así no te dará menos pereza incluso después de un día ajetreado.
Por último y no menos importante cuida tu bienestar mental y emocional. Las preocupaciones, el agobio o la ansiedad también nos pueden hacer enfermar. Tensiones, dolores de cabeza o estomacales son solamente unos ejemplos de síntomas fisiológicos que pueden tener su origen en el estrés.
No ignores las señales de tu cuerpo. Si no te encuentras bien, es especialmente importante que descanses y que proveas a tu cuerpo con los nutrientes que necesita.
Así que cuida tu cuerpo. Así podrás disfrutar más de la vida y rendir mejor.
Cuida tu #salud y #bienestar. Sólo tienes un #cuerpo y nadie lo cuidará por ti. Share on X
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