Se suele hablar mucho sobre cómo mejorar nuestra motivación. Pero la motivación depende de nuestra fuerza de voluntad. Averigua por qué deberías confiar mejor en el compromiso. Además, veremos cómo adquirir un compromiso contigo mismo a fin de alcanzar lo que quieres.
Qué es la motivación
La palabra motivación deriva del latín motivus o motus que significa ‘causa del movimiento’. Es decir que es una razón para ponernos en marcha. Podemos definir la motivación como un impulso que nos incita a la acción. Sentimos la voluntad y el interés en realizar ciertas acciones. Por tanto, la motivación depende de nuestra fuerza de voluntad.
El problema de la motivación
Pero nuestra fuerza de voluntad es limitada. Por eso la motivación puede flaquear. Iniciamos algo porque nos entusiasma. Nos sentimos muy motivados y con ganas de llevarlo a cabo. Los primeros días estaremos emocionados. Pero llegará un momento en que no nos apetezca tanto.
Puede que nos topemos con desafíos y dificultades. O tal vez vayan surgiendo otros asuntos que nos impidan dedicar tiempo a eso que nos motivaba. Queremos avanzar pero por lo que sea no lo conseguimos. Entonces nuestra motivación se desvanece poco a poco.
La trampa de la costumbre
Otro factor a tener en cuenta es que nos acostumbramos a las cosas. Pongamos que te mudas de casa. Primero estarás emocionado. Pero con el tiempo tenderás a dar por sentado tu nueva casa.
Tal vez te suben el sueldo. Al principio trabajas con más motivación. Pero pasado un tiempo se desvanece el incentivo del nuevo sueldo y se convierte en normal.
Lo mismo nos pasa con muchas otras cosas. Pueden ser cosas que compramos o proyectos y actividades que acometemos. La novedad se desvanece. Con ello nos cuesta mantener la motivación alta.
Qué hacer cuando flaquea la motivación
La pregunta es entonces ¿qué podemos hacer cuando falla nuestra motivación? ¿Cómo conseguir avanzar en eso que nos emocionaba tanto al principio? Pues será el compromiso lo que nos permita continuar.
Qué es el compromiso
Compromiso significa contraer una obligación, promesa o declaración de intenciones. Significa seguir un plan aunque no nos apetezca ese día. Compromiso quiere decir cumplir con tus obligaciones y llevar a cabo lo que se te ha encomendado o lo que te has propuesto.
Sean tu familia, trabajo, los estudios o proyectos, si te comprometes con ellos pones el esfuerzo para vivir, planificar y actuar de modo que los beneficie. Aportas tus capacidades y recursos para contribuir a su funcionamiento.
Cuando no nos apetece algo será el compromiso que nos ayude a llevarlo a cabo.
Cómo adquirir un compromiso con nosotros mismos
Dependiendo del tipo de compromiso nos resulta más o menos fácil adquirirlo. Si pensamos en nuestro trabajo, aún en el caso de que no te guste, ganarte tu sueldo crea un compromiso. Comprometernos con nuestra familia significa quererla y demostrárselo dedicándole tiempo.
Pero luego puede haber muchos otros compromisos que podamos querer adquirir. Vivir de forma saludable. Emprender un proyecto. Sacarnos el permiso de conducir. Estudiar una carrera. Para crear cualquier compromiso conviene que te hagas las siguientes preguntas.
¿Cuánto lo quieres?
Primero considera cómo de importante es para ti. ¿Realmente quieres conseguirlo? ¿Cuáles son los beneficios de alcanzarlo? ¿Los beneficios valen el esfuerzo y coste de conseguirlo?
¿Qué necesitas para conseguirlo?
Luego piensa qué es lo que necesitas para crear cierto hábito o llevar a cabo cierta actividad o proyecto.
Requisitos esenciales
¿Cuáles son los requisitos críticos para que puedas llevarlo a buen término? ¿Qué cosas son imprescindibles para tener éxito? Si quieres vivir de forma saludable, hacer ejercicio y alimentarte sano serán puntos esenciales.
Requisitos significativos
Son cosas que influirán en el resultado final. Por eso habrá que tenerlos en cuenta. Siguiendo con el ejemplo de vida saludable, saber cocinar facilitará prepararte y comer platos sanos. Tener ropa y calzado deportivo te ayudará con la actividad física.
Requisitos deseables
Por último están las cosas que pueden o no tener un efecto directo sobre el resultado. Pero te harán las cosas fáciles o confortables. Sigamos con el ejemplo del objetivo de antes. Tener un compañero para hacer deporte puede hacerte más fácil perseverar.
¿Qué desafíos pueden surgir?
El siguiente aspecto a considerar son los desafíos o dificultades que pueden surgir. Hay diferentes tipos y cada cual requiere su estrategia.
Obstáculos tipo valla
Imagínate que eres un corredor de vallas. Se supone que no puedes rodear ni derribar las vallas. Por tanto hablamos de obstáculos que no puedes evitar y rodear. La solución pasa por saltarlos, es decir superarlos.
Si quieres ponerte en forma tendrás que hacer deporte. Si quieres perder peso deberás mejorar tus hábitos alimenticios.
Barreras
A diferencia de las vallas son obstáculos que se pueden eliminar. Con previsión y planificación puedes evitar las barreras. Por ejemplo puedes elegir un gimnasio cerca de tu casa para que te resulte más fácil acudir. O si no tienes mucho dinero, no elijas un deporte que requiera equipamiento caro. Para hacer deporte en casa por ejemplo, hay muchos ejercicios que se pueden hacer sin aparatos o con una sencilla goma elástica.
Trampas
Las trampas son maneras de dificultarte las cosas. Preverlas y evitarlas te facilitará perseverar en tu hábito o proyecto. Querer alimentarte de forma sana pero seguir comprando comida basura por ejemplo, es ponerte una trampa. También puede ser buscar excusas cada vez que toca ir al gimnasio. Incluso elegir clases en el gimnasio a una hora que te resulta difícil llegar a tiempo. Cada vez que salgas tarde del trabajo, te pierdes la clase.
Preguntas para comprobar tu compromiso
Una vez hayas reflexionado sobre los requisitos y posibles obstáculos veamos unas preguntas adicionales. ¿Cuál es tu plan para conseguir lo que quieres? ¿Lo has intentado antes? Si es así qué funcionó y qué no? ¿Tienes estrategias preparadas para superar las ‘vallas’ así como evitar las barreras y trampas? ¿Estás preparado para adaptar tu enfoque y tus estrategias si hace falta? ¿Cómo te sentirías si no lo consigues? ¿Cómo lidiarías con ello?
Tácticas para facilitar tu compromiso
Nos podemos ayudar con el cumplimiento de aquello a lo que nos comprometemos de varias maneras. Primer asegúrate de ser realista con tus objetivos y los recursos a tu disposición. Ten tus objetivos en un lugar visible para recordarte tu compromiso.
Te recomiendo apuntar tus objetivos, planes, hitos y tareas. Porque eso te permite tener claridad sobre tu progreso y lo que toca hacer. Además, te ayuda a visibilizar tus intenciones y así adquirir mayor compromiso.
Por último, los buenos hábitos son nuestros mejores aliados. Una vez nos acostumbramos a cierta rutina, ya no tendremos que decidir a cada momento qué toca hacer.
¿Eliges motivación o compromiso?
¿Sueles confiar en tu motivación para llevar a cabo tus planes? ¿Qué haces cuando te falla la motivación? ¿Qué te parece el enfoque del compromiso?
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