Se habla mucho de productividad y de productividad personal. Pero ¿qué significa realmente? Hagamos un breve repaso de su historia y significado. Luego revisaremos qué perjudica nuestra productividad personal y algunos mitos.
Historia de la productividad
Durante los inicios de la revolución industrial, en el siglo XVIII, el economista Adam Smith hablaba de que la especialización era necesaria para aumentar la productividad. A partir de finales del siglo XIX el estudio de la productividad y cómo aumentarla en las fábricas toma impulso. Se busca reducir el tiempo ocioso de los trabajadores y mejorar los flujos de trabajo.
De la productividad en equipo a la productividad personal
En la continua búsqueda por mejorar la productividad surgen filosofías y métodos como Kaizen, lean manufacturing, Kanban, Six Sigma, Scrum y más. La mayoría se enfocan en mejorar el proceso productivo y el trabajo en equipo.
Es con Peter Drucker, en la segunda mitad del siglo XX, cuando empieza a surgir el concepto de la productividad personal o individual. A partir de ahí surgen propuestas como las de Steven Covey y David Allen.
Qué es la productividad
Podemos definir la productividad como cuántos productos o servicios se consiguen a partir de los factores empleados. Dichos factores son materias primas, trabajadores, capital, tiempo y otros recursos utilizados. Por tanto, conseguir la máxima productividad significa obtener el mejor rendimiento de los recursos disponibles.
Qué es la productividad personal
Vista la definición de la productividad está claro que podemos aplicar esa definición a nivel personal. Ser productivo, entonces significa conseguir el mejor rendimiento con los recursos que tenemos a nuestra disposición. Dichos recursos son el tiempo disponible, nuestros conocimientos y capacidades así como las herramientas de trabajo a nuestra disposición.
Sin embargo, para emplear adecuadamente nuestros recursos debemos añadir otro factor importante. Ser productivo no significa simplemente realizar de la mejor forma cualquier tarea o llevar a cabo el máximo número de tareas. Significa elegir las tareas adecuadas. Para ello es clave tener claridad sobre nuestro cometido, nuestras prioridades y nuestros objetivos.
Qué perjudica nuestra productividad personal
En la producción de bienes y servicios pueden surgir contingencias. De la misma forma, como individuos también nos enfrentamos a factores que pueden perjudicar nuestra productividad.
Herramientas de trabajo inadecuados
La falta de herramientas necesarias y adecuadas para nuestro trabajo nos ralentizan o impiden sacar nuestro mejor rendimiento. Pensando en trabajos de oficina, necesitamos un mobiliario adecuado, un ordenador con buen rendimiento, todas las aplicaciones necesarias y buena conexión a internet.
Además, podemos incluir en este apartado el uso adecuado de herramientas para el seguimiento de objetivos, la gestión de proyectos y listas de tareas.
Falta de conocimientos
Otro factor que nos puede ralentizar en el trabajo es la falta de conocimientos. Sean conocimientos de manejo de las herramientas o para llevar a cabo ciertas tareas en concreto, es imprescindible formarnos y mantenernos al día si queremos ser productivos.
Cansancio o malestar
Además, el cansancio puede hacer estragos en nuestra productividad. Si no disfrutamos de un buen descanso nocturno o nos tomamos descansos durante el día, lo notaremos en nuestra capacidad de concentración y de resolución de problemas.
Lo mismo va por nuestro bienestar. Si estamos enfermos o no nos sentimos bien, es natural que nos cueste rendir bien.
Ladrones de tiempo
Por último tenemos diversos ladrones de tiempo que perjudican nuestra productividad personal. Las distracciones e interrupciones merman nuestra concentración.
La falta de previsión y planificación nos llevan a una manera de trabajar reactiva. Entonces tendemos a prestar más atención a lo que surja que a las tareas importantes que nos permiten ser realmente productivos.
En relación con el punto anterior, no tener claras nuestras prioridades y objetivos también perjudica nuestra productividad. Si no sabemos qué es lo más importante y qué queremos alcanzar, nos resultará difícil enfocar adecuadamente nuestro esfuerzo.
Mitos de la productividad personal
Una vez repasados los aspectos que perjudican nuestra productividad, hablemos de mitos. Los siguientes tres mitos también tienen un efecto adverso sobre la productividad personal; bien sea por una mala comprensión de lo que es productividad, bien por no gestionar adecuadamente nuestro tiempo debido a la creencia.
El tiempo es dinero
Parece que ya los antiguos griegos utilizaban esta frase. Sin embargo, se adjudica a Benjamin Franklin la frase exacta: “Recuerda que el tiempo es dinero” como consejo de gestión del tiempo y de frugalidad.
Aunque la frase está muy arraigada en el vocabulario popular, conviene recordar que el tiempo en realidad es más valioso que el dinero. El dinero se puede acumular pero el tiempo no. Por eso aprovechar nuestro tiempo de la mejor forma a nivel personal y profesional es clave.
Ser productivo significa sacar el máximo trabajo adelante
Sí y no. Para ello, hace falta revisar el concepto de ‘máximo trabajo’. Esta forma de pensar nos lleva a la productividad en un sentido de producción de cadena. Es decir producir el máximo número de unidades.
Pero cuando hablamos de productividad personal de trabajadores del conocimiento entran en juego otros factores y objetivos. En realidad no tiene por qué ser más productivo el que más trabaja. Es más productivo el que realiza tareas que crean más valor.
Para ello, es imprescindible conocer bien nuestro cometido. Trabajemos por cuenta ajena o propio ¿con qué tareas creamos más valor? Pensando en nuestra vida personal ¿qué actividades nos reportan más bienestar y refuerzan nuestras relaciones personales?
Descansar es de débiles
¿Crees que tienes demasiado trabajo para tomarte algún que otro descanso? ¿Te crees un super trabajador que no necesita descansar? Pues siento decepcionarte porque tomarnos descansos realmente nos hace más productivos. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan recuperarse de los esfuerzos.
¿Alguna vez se te ha resistido una tarea o la resolución de un problema? Lo has dejado de lado un rato para dedicarte a otra cosa. Y luego, cuando volviste a ello, ¿de repente lo viste más claro y lo solucionaste? Cuando descansamos permitimos a nuestro subconsciente a trabajar. Ayudamos a nuestro cerebro a formar conexiones neuronales y asentar conocimientos.
¿Qué tal tu productividad personal?
Por lo que hemos visto, mejorar nuestra productividad personal significa emplear conocimientos, capacidades, técnicas y herramientas para llevar a cabo nuestros cometidos de la manera más eficaz.
¿Conocías la definición de productividad y productividad personal? ¿Cuál de los factores que perjudican la productividad te suelen afectar? ¿Has caído en alguno de los mitos?
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