¿Te cuesta llegar puntual a los sitios? Puede que no le des importancia a la puntualidad. Tal vez sí lo consideres importante pero no lo consigues. O puede que te guste ser puntual y te molesta que otros lleguen tarde.
Veamos porque la puntualidad es una virtud y una habilidad que se puede entrenar. Cómo puedes conseguir llegar puntual a los sitios o enseñar a otros a ser puntuales.
¿Por qué te cuesta ser puntual?
Puede que tu primera respuesta sea que estás muy liado y que simplemente no llegas. Esa puede ser una razón. Pero debería llevarte a reflexionar sobre cómo organizas tu tiempo. Si vas corriendo a todas partes igual tienes la agenda demasiado llena de compromisos. Además puede que no hayas calculado los desplazamientos a la hora de adquirir esos compromisos o agendar esas reuniones.
Pero también puede haber otras razones. ¿Tal vez tengas un miedo oculto a llegar el primero? Puede que no te guste no tener nada que hacer. Es decir que temes llegar y tener que esperar solo.
Qué es la puntualidad
Ser puntual significa llegar ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Ambos extremos dan a entender cosas que tal vez no te gusten. Si llegas muy pronto denotas inseguridad y ansiedad. Si llegas tarde parece que no respetas el tiempo de los demás. Cuando hablamos de quedar con gente lo ideal es llegar al mismo tiempo o un poco antes que los demás.
Los beneficios de la puntualidad
Para empezar demuestras respeto por las personas con las que has quedado o los organizadores del evento al que asistes. Además ser puntual significa llegar sin estrés. Tendrás tiempo para saludar a la gente y ponerte en situación. Es decir que te puedes preparar mentalmente para la reunión o el evento.
Cómo aprender a ser puntual
La puntualidad empieza por la mañana
El cómo empiezas tu día sienta la tónica para el día. Si te levantas a una hora muy justa para prepararte de prisa, sales de casa corriendo ya tienes todas las papeletas para empezar el día estresado y que cualquier imprevisto te cause aun más estrés.
Por eso sugiero que calcules cuánto tiempo necesitas realmente por la mañana para poder salir con tiempo suficiente de casa. En función de ello levántate antes de modo que puedas ducharte y vestirte tranquilamente, desayunar con calma, incluso meditar o hacer ejercicio antes de salir de casa. Empezarás el día con sosiego y además saldrás puntual y sin prisas de casa.
Anticipa los imprevistos y no tan imprevistos
¿Sueles llegar tarde por pillar atasco, por no encontrar aparcamiento, porque se te ha ido el tren delante de las narices o no hay taxi disponible? Realmente no son imprevistos sino cosas probables que te pueden pasar. Luego sí que hay cosas imprevistas que pueden surgir. Puede que sufras alguna avería con el coche. Tal vez hayan cortado el tren que sueles tomar. Puede que se te haya olvidado algo en casa y debas volver.
Para decidir a qué hora debes salir de casa o ponerte en marcha de camino a una reunión, recuerda que estas cosas pueden pasar. Así te aseguras llegar puntual y sin estrés. Además hoy en día con la ayuda de navegadores y mapas online puedes averiguar fácilmente cuánto tardas en llegar a un sitio.
¿Y si no surge ningún incidente? En el peor caso llegas antes de tiempo. Si es así siempre puedes tomarte un café, ponerte al día de los correos electrónicos o leer un rato.
Ayuda a cumplir los horarios de las reuniones
Cuando vamos a una reunión hace falta llegar unos minutos antes. Pongamos una reunión que empieza a las 9:30 horas. Llegas a la hora justa, saludas a otros asistentes, guardas tu chaqueta, buscas un sitio donde sentarte, sacas tu cuaderno… y habrán pasado al menos cinco minutos.
Seas o no el organizador de una reunión puedes ayudar al buen transcurso de la misma apareciendo puntual, es decir unos minutos antes, para ayudar a empezar la reunión en hora. Pero acabar la reunión en hora también ayudará a todos los asistentes a llegar a tiempo a sus compromisos posteriores. Por eso sugiero que no solamente llegues puntual sino que también te prepares bien para la reunión a fin de ayudar a que sea lo más efectiva posible.
Puntualidad en entrevistas de trabajo
Antes mencioné que ser puntual significa no llegar demasiado pronto ni tarde. Eso cobra especial importancia en caso de las entrevistas de trabajo. Sobra decir que llegar tarde a la entrevista es lo peor que puedes hacer si quieres demostrar interés por el puesto. Así que organízate para no llegar tarde bajo ningún concepto.
Con la preocupación de no llegar tarde es posible que hayas llegado muy pronto. Entonces recomiendo que no avises enseguida de tu llegada. El entrevistador puede interpretar que estás inseguro, demasiado ansioso o incluso desesperado por conseguir el trabajo. Mejor haz tiempo hasta que falten cinco minutos para la hora acordada y entonces anuncia tu llegada.
Puntualidad en eventos públicos
Cuando hablamos de asistir a una conferencia u otro tipo de evento público llegar puntual también significa llegar unos minutos antes. Dependiendo del formato del evento querrás pasar por el guardarropa o por el baño. Tal vez quieras saludar a otros asistentes. Luego querrás buscar un buen sitio. Todo eso te llevará mínimo cinco a quince minutos.
Lo bueno es que en la mayoría de los eventos reservan en la agenda media hora para la llegada o el registro de los asistentes. Por tanto ser puntual en este caso significa llegar durante ese periodo de tiempo y no a la hora a la que dará comienzo el acto.
Puntualidad en eventos privados
Aquí me refiero a quedadas con familiares, amigos o conocidos. Si habéis quedado en algún punto de encuentro llegar puntual significará llegar un poquito antes o al mismo tiempo que lo demás. Si conoces los hábitos de las personas con las que has quedado sabrás si suelen ser puntuales. Así que organízate en función de ello. Pero tampoco tengas miedo a llegar el primero. ¿Realmente es tan grave tener que esperar un poco? Seguro que se te ocurre algo para entretenerte. Peor es llegar tan tarde que tengas al otro esperando media hora.
Obviamente esto no aplica si habéis quedado para ir al cine o al teatro por ejemplo. Asegúrate de llegar al menos diez minutos de la función. No tengas a tus amigos esperando todo nerviosos pensando si llegas o no llegas y si se van a perder el comienzo de la función por tu culpa.
Si has quedado en casa de alguien confirma a qué hora o en qué franja horaria eres bienvenido. Aquí sugiero que tengas en cuenta posibles diferencias culturales. Las personas de países nórdicos o angloparlantes tienen un concepto de la puntualidad más rígido que las personas de países mediterráneos y árabes por ejemplo. Según el origen del anfitrión el concepto de puntualidad puede variar. Lo que sí suele ser de mala educación en cualquier lado es llegar antes de la hora acordada.
Hablando se arreglan las cosas. Si quieres ser un buen invitado, en caso de duda, pregunta al anfitrión a qué hora quiere llegues realmente.
Último consejo
Si sabes que vas a llegar tarde te recomiendo que avises. En mi opinión es de mala educación llegar tarde. Pero no avisar es una falta de respeto aún mayor.
¿Te cuesta ser puntual?
¿Eres de los que les cuesta llegar a tiempo a los sitios? ¿Por qué crees que es así? ¿Cuáles de los consejos te ayudarán a ser más puntual?
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