¿Sientes que todo es demasiado? Las cosas te cuestan mucho esfuerzo. Te sientes agotado fácilmente o a menudo. Parece que te cuesta pensar con claridad.
Veamos por un lado cuáles pueden ser las posibles razones y causas. Por otro lado te dejo unas sugerencias para recuperar el control, la energía y vitalidad y con ello la creatividad y productividad.
Síntomas de que todo es demasiado
Primero vamos a repasar algunas sensaciones y las posibles causas. Tal vez te ocurra de vez en cuando. O tal vez lleves una temporada que te sientes así. Ahondemos en la sensación de que ‘todo es demasiado’.
Te sientes sobrepasado
Tal vez sientas que tu situación es demasiado, que te sobrepasan las circunstancias. Te sientes sobrecargado de trabajo, de responsabilidades u obligaciones. Es posible que te sientas agotado solo de pensar en todo ello. Puede que a veces te entren ganas de salir corriendo, de esconderte o de cerrar los ojos deseando que todo desaparezca.
Te sientes agotado
Puede que notes que te cansas fácilmente. Cualquier esfuerzo físico o mental te parece demasiado. El trabajo, las responsabilidades domésticas o las relaciones sociales te agotan.
Tal vez ya te levantes cansado por la mañana. Aunque hayas dormido las horas suficientes, no pareces haber recuperado las fuerzas.
Te cuesta pensar
Tienes la sensación de no poder pensar claramente. Te cuesta ordenar tus pensamientos. Las tareas que requieren pensar te resultan difíciles y agotadoras. Sientes que te falta la inspiración.
Te cuesta ser productivo
Notas que te resulta difícil avanzar con tareas importantes. Mantienes las apariencias en el trabajo haciendo lo justo. Es decir que realizas las tareas que hacia fuera dan la impresión de que rindes. Pero en el fondo sabes que deberías dar más. Sin embargo, te falta la inspiración, motivación o energía mental.
Causas para la sensación de que todo es demasiado
Todos los síntomas y sensaciones que hemos visto pueden tener una causa en común. Pero también puede haber varias razones para lo que sientes. Repasemos las posibles causas y razones.
Causas médicas
Si sabes que solías tener más energía, agotarte menos y ser más productivo, pero llevas una temporada que no parece tú mismo, es posible que haya alguna razón médica. Depresión, desajustes hormonales, problemas de tiroides, anemia, migrañas, diabetes, enfermedades autoinmunes y fibromialgia son algunas afecciones que pueden causar fatiga.
Ciertos medicamentos también pueden tener ese efecto secundario. Asimismo la alergia o intolerancia a ciertos alimentos así como la falta de ciertas vitaminas, como la vitamina B12 o la vitamina D, pueden contribuir a la sensación de agotamiento.
La falta de sueño o no dormir bien también nos puede agotar. Por último, sufrir de estrés constante nos cansa a nivel físico, mental y emocional.
Tienes demasiado en la cabeza
Sean preocupaciones, obligaciones, tareas etc.; te ronda demasiado por la cabeza. Parece que tu cabeza no para quieta. Pero no son pensamientos creativos ni productivos. Es todo lo que tienes que hacer; todo lo que deberías hacer; las cosas que te gustaría hacer pero por lo que sea no puedes; cosas que te preocupan.
Te sientes como un barco a la deriva
Tal vez tengas la sensación que la vida va pasando. El tiempo pasa volando aunque no ocurra nada destacable. Te vas enfrentando a las cosas según surjan, sea en el trabajo o en tu vida privada.
Vives el día de la marmota
Tienes la sensación de que cada día se parece al anterior. Te levantas, te duchas, desayunas, trabajas, comes, trabajas, cenas, duermes. Al menos tienes la sensación de que no ocurra mucho más que eso.
Qué hacer cuando todo es demasiado
Una vez vistas las posibles razones, veamos lo que puedes hacer para salir del pozo. A menudo no suele ser cuestión de arreglar una sola cosa. Probablemente debas revisar tus hábitos, la manera de organizarte y de enfrentarte a diferentes situaciones.
Revisa las causas médicas
Primero de todo te recomiendo que descartes posibles causas médicas. Habla con tu médico para hacerte análisis y para conseguir tratamiento si tuvieras alguna afección.
Consiguiendo certidumbre en este sentido, ya tendrás mucho ganado. Tanto si te pasa algo como si no, podrás después abordar mejor las siguientes propuestas.
Despeja la cabeza
Si tienes demasiadas cosas en la cabeza, ayuda a escribirlas. Si sueles llevar tus tareas y recados en la cabeza, te sugiero que empieces a trabajar con una lista de tareas. No solo ayuda a descargar tu mente. También te sirve para ganar perspectiva y poder decidir mejor la importancia de cada tarea y en qué orden realizarlas. Asimismo te ayuda a decidir qué tareas es mejor delegar o cuáles eliminar.
Si sueles dar vueltas a pensamientos, preocupaciones o cómo te sientes, sugiero que empieces un diario. Tómate cada día un ratito para escribir lo que te ronda por la cabeza.
Por último, controla tu consumo de información. Hoy en día recibimos múltiples estímulos cada día de la televisión, internet, redes sociales, correo electrónico, radio, etc. Tanta información nos puede sobrecargar a nivel mental y sensorial. Por eso sugiero que revises lo que consumes cada día y seas selectivo para que aporte a tus conocimientos o bienestar.
Crea estructura
¿Cómo te organizas? ¿Tienes planes y proyectos? Sin un sistema de organización y planificación es fácil caer en la procrastinación o la sobrecarga mental así como enfrentar lo que surja de forma reactiva.
Lo primero es tener claras tus prioridades. El tiempo es limitado y solo así podrás conservar la visión de lo importante y concentrarte en ello.
Lo segundo es usar un calendario para anotar citas, reuniones y otras fechas señaladas, tanto a nivel laboral como personal. En tercer lugar elige un sistema para tus tareas y recados. Sea en papel o en formato digital, anotar tus tareas despeja tu mente y te ayuda a decidir en qué trabajar en qué orden.
Lo mismo va por los planes y proyectos. Trabajar con un plan de proyecto o una aplicación de gestión de proyectos te ayudará a mantener una visión global, aclarar los pasos, lo que está pendiente y cuáles son los hitos.
Si te cuesta tomarte tiempo para cuidarte o divertirte, sugiero que utilices tu calendario y tu lista de tareas para planificarte actividades de ocio y de autocuidado.
Todo esto te ayudará a mantener el control, dedicar tus esfuerzos a lo que importa y ser proactivo.
Cuídate
Para recuperar la energía es esencial que cuides tu cuerpo y mente. Primero significa procurarte una alimentación sana y equilibrada para proveer a tu cuerpo con los nutrientes y vitaminas necesarias.
Segundo, aunque te dé pereza o creas que no tienes tiempo, necesitas moverte al menos 30 minutos al día de forma activa. Tómate tiempo para diferentes actividades a lo largo de la semana como andar, correr o practicar cualquier otro deporte que te guste.
Tercero, procura que te dé la luz natural y el sol. Ayuda a producir vitamina D, sube el ánimo y te oxigena.
Cuarto y muy importante, cuida tu descanso nocturno. Dormir las horas suficientes y además dormir bien es esencial para el buen funcionamiento de tu cuerpo y mente y para que se recuperen de los esfuerzos del día.
En quinto lugar, los problemas no resueltos, las preocupaciones y el estrés afectan mucho a nuestra productividad. Por ello, te sugiero que te tomes tiempo para poner por escrito qué te preocupa. Luego reflexiona si puedes hacer al respecto y si es así, el qué. Hay dos opciones: tomar acción o aceptarlo como es. En cuanto al estrés, además de reducir los estresores, procura incluir actividades de alivio del estrés en tu rutina.
Busca la interacción social
El humano es un animal social. Por eso piensa si estás teniendo suficientes relaciones interpersonales. Importan tanto las interacciones con tus seres queridos como la variedad de tener contacto con compañeros de trabajo y otros conocidos. También es mucho más efectivo el contacto en persona que a través de una pantalla o redes sociales.
El contacto humano no solo es importante a nivel emocional, también ayuda a pensar mejor y ser más creativo.
Busca la variedad
La sensación de que todo es demasiado también se puede deber a demasiada rutina y la falta de actividades inspiradoras. Te cuesta ser productivo y creativo porque estás aburrido. La procrastinación lleva a la acumulación de tareas y entonces te cuesta aún más afrontar la carga. Por eso sugiero que procures incluir en tu día a día al menos una actividad que te divierta y te haga olvidar la rutina.
Cuando salgas a andar o correr elige recorridos diferentes. A lo largo de la semana elige diferentes deportes o ejercicios para mantenerte en forma. Varía lo que comes y aprende nuevas recetas. Piensa qué te gustaría aprender y dedica varios ratos de la semana al aprendizaje. Planifica actividades de ocio variadas. Hay un montón de cosas que puedes hacer para salir de la rutina, ampliar tus horizontes e introducir variedad en tu día a día.
¿Sientes que todo es demasiado?
¿A veces te parece que todo es demasiado? Después de leer el post ¿cuál crees que es la razón? ¿Qué piensas hacer para salir de la situación y recuperar el control y la energía?
Sharing is caring!