¿Te aburres en el trabajo? ¿No te interesan demasiado tus tareas? Cuando empieza la jornada laboral ¿ya estás deseando que termine? ¿Te sientes desaprovechado?
El síndrome de boreout es menos conocido que el síndrome de burnout. De hecho, los síntomas pueden ser parecidos por lo que se pueden confundir. Veamos cómo reconocer el síndrome de boreout y cómo aliviarlo o evitarlo.
Qué es el síndrome de boreout
‘Bore’ significa aburrirse. Por tanto, podríamos traducir boreout como estar harto de aburrimiento. Homer Simpson perpetró el mito de lo genial que es trabajar lo menos posible. Pero la verdad es que necesitamos sentirnos útiles. Pasarte horas en el trabajo sin nada que hacer o nada que valioso que aportar puede ser desesperante.
El síndrome de boreout suele afectar más a trabajadores de oficina que a personas en trabajos manuales o en trabajos dedicados a ayudar a los demás.
Puede que tu rol no esté bien definido y no sabes muy bien cómo aportar valor. Tal vez tu(s) jefe(s) se reservan a sí mismos o a su círculo de confianza las tareas interesantes. Puede que acabaras en tu trabajo por presiones de tu entorno, aunque te hubiera gustado dedicarte a otra cosa. Tal vez te faltaran opciones porque el mercado laboral está complicado.
Hay varias opciones para llegar al síndrome de boreout. El resultado se resume en estos tres factores:
Aburrimiento
Te sientes desganado y apático. No sabes qué hacer porque te faltan tareas. Por eso, la jornada laboral se te hace eterna.
Infraexigencia
Sientes que podrías rendir más. Pero el trabajo que te encargan no te exige lo suficiente. Te sientes desaprovechado con tareas monótonas o demasiado sencillas.
Desinterés
Vas a trabajar para ganarte el pan. Pero realmente no te sientes identificado con tu trabajo. No tienes interés por el sector en el que trabajas, las funciones de tu departamento o tus propias funciones. No le ves demasiado sentido ni sientes que aportas valor.
Los síntomas del síndrome de boreout
Te sientes descontento con tu situación profesional. Sientes desgana en el trabajo, o solamente al pensar en tener que ir a trabajar. Probablemente estás desmotivado y te cuesta concentrarte.
No rindes bien y te falta creatividad. También te sientes frustrado e impedido por no aprovechar tu potencial. Esto se puede deber a tu propia falta de actitud o a los mecanismos organizativos y de liderazgo en tu empresa.
Incluso puede que experimentes una fatiga crónica. Problemas musculares y otras señales de estrés también pueden estar entre los síntomas.
Tal vez te sientas inclinado a acciones dañinas y saboteadoras contra ti mismo, tu jefe o compañeros.
Estrategias para ocultar el síndrome de boreout
La anterior mencionada falta de creatividad se refiere a ideas productivas. Sin embargo, a la hora de inventar estrategias y crear hábitos para tapar el síndrome de boreout, paradójicamente al trabajador no le suele faltar.
Para parecer ocupado e incluso estresado (no va a ser menos que sus compañeros) se inventa varias estrategias.
Tal vez estira las tareas o proyectos de modo que parezcan durar más y ser más complejos de lo que son. Podría acabar antes del plazo fijado. Pero para qué; si así puede estar más tranquilo y llenar las horas de trabajo.
Otra posible estrategia es comprimir el trabajo. Es decir, trabajar de forma concentrada, rápida y eficiente en una tarea para acabarla cuanto antes. Eso sí, no entrega la tarea hasta el plazo fijado por el jefe. Porque de este modo gana tiempo libre para dedicarse a asuntos privados.
Así puede navegar por internet, entretenerse en redes sociales, planificar actividades de ocio y vacaciones, hacer compras por internet, charlar con los compañeros etc.
Cómo salir del síndrome de boreout
Puede que creas que no dar palo al agua en el trabajo es genial. Pero date cuenta que a la larga es peor. La pereza llama a la pereza. El cerebro se atrofia con la falta de ejercicio y esfuerzo. Además, las actitudes y los hábitos tristemente se suelen trasladar al ámbito privado.
¿Qué puedes hacer entonces para superar el síndrome de boreout? Veamos unas cuantas ideas y preguntas sobre las que reflexionar.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
En primer lugar, considera si el síndrome de boreout ha contagiado tu tiempo libre. ¿Cómo pasas tus ratos de ocio? ¿Empleas estrategias parecidas a las laborales para ocupar tu tiempo? ¿Cómo de variadas son tus actividades de ocio? ¿Cuántas horas pasas navegando por internet y consultando redes sociales?
Sugiero que reflexiones qué te motiva, divierte e inspira. ¿Qué pasatiempos has abandonado? Recupera los hobbies que te entretienen. Piensa qué te gustaría aprender. El aprendizaje es un antídoto genial contra el aburrimiento. La actividad física también ayuda a ganar más energía, aliviar el estrés y crear hormonas de la felicidad.
¿Qué te gusta hacer?
En segundo lugar piensa en tu trabajo. ¿Qué es lo que te gustaría hacer? ¿Qué se te da bien? ¿Cuáles de las tareas en tu trabajo te gustan? ¿Hay posibilidades de que puedas asumir más tareas de este tipo?
Pide nuevos proyectos o responsabilidades
Ya has considerado qué te gusta y se te da bien. ¿Qué tareas demandarían más de ti? ¿Con qué tareas podrías aportar valor? ¿Hay posibilidades de asumir nuevas tareas o responsabilidades en tu puesto actual para que te sientas más útil y exigido?
Solicita un cambio de puesto
Si crees que tu rol actual no da más de sí ¿hay opciones de solicitar un cambio de puesto? ¿Hay otro puesto o departamento en el que crees que te sentirías más realizado? ¿Crees que estás cualificado para optar a ese puesto? Si no, ¿qué conocimientos te faltan y cómo los puedes adquirir?
¿Qué tal un cambio de trabajo?
Es posible que simplemente no te ves en tu empresa actual. Aunque cambiaras de puesto, seguirías igual de poco interesado por la actividad de la empresa. En este caso reflexiona en qué te gustaría trabajar.
Puede que sea tu mismo trabajo pero en una empresa diferente. Hay trabajos cuyo contenido varía mucho entre una empresa y otra, un sector y otro. Pero tal vez te hayas dado cuenta de que es tu trabajo lo que te aburre y te gustaría dedicarte a otra cosa. Sea como sea sugiero que reflexiones sobre las siguientes preguntas.
¿Tienes los conocimientos y experiencia necesaria para optar al trabajo que quieres? Si no es así, ¿qué necesitas aprender? ¿Qué te retiene para lanzarte a cambiar de trabajo? ¿Qué obstáculos ves? ¿Cómo puedes disipar las dudas y eliminar los obstáculos y miedos? ¿Cómo puedes prepararte y sentar las bases necesarias para atreverte al cambio?
¿Sufres del síndrome de boreout?
¿Conocías el síndrome de boreout? ¿Lo sufres o conoces a alguien que crees que lo padece? Si lo padeces tú ¿qué puedes hacer para superarlo?
Sharing is caring!