¿Alguna vez has sufrido del síndrome postvacacional? Cuando se acerca el final del período estival, los medios de comunicación empiezan a hacerse eco del síndrome postvacacional, de la depresión postvacacional o del estrés postvacacional. Pero no se ponen de acuerdo en las estadísticas sobre el porcentaje de personas a las que afecta.
Vamos a ver en qué consiste este síndrome, quién es más propenso a sufrirlo y algunos trucos para contrarrestarlo.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome o estrés postvacacional se puede sufrir al enfrentarnos después de las vacaciones a la vuelta a la rutina de obligaciones laborales, escolares, domésticas y familiares. Cuando la persona fracasa en este proceso de adaptación, puede sentir un elevado nivel de estrés así como malestar físico y psíquico. Pero suele ser un síndrome pasajero durante la primera semana de vuelta al trabajo.
Síntomas del síndrome postvacacional
Los síntomas físicos pueden ser el cansancio y la fatiga, una sensación de falta de sueño, de concentración y de apetito e incluso dolores musculares.
En el apartado de síntomas psíquicos podemos sentir nerviosismo, falta de interés, apatía, irritabilidad o tristeza.
¿Quién tiene tendencia a sufrir el síndrome postvacacional?
Son más propensos a sufrir el estrés postvacacional las personas a las que nos les gusta su trabajo o los niños que no disfrutan de ir al colegio. Si sabes que te vas a enfrentar por ejemplo a un ambiente malo, a tareas que te aburren o no te gustan, hay más posibilidades de caer en el estrés o la depresión postvacacional.
¿Cómo prevenir o combatir el síndrome postvacacional?
1. Sé resiliente y positivo
Si te gusta tu trabajo, serás menos propenso a sufrir el síndrome postvacacional. Pero si no te gusta y te parece una carga, puede ser más difícil echarle ganas. En este caso, piensa en positivo. Piensa en lo bien que lo has pasado durante tus vacaciones y que tener trabajo te ha permitido tenerlas. La resiliencia nos permite sobrellevar situaciones adversas y el pensamiento positivo nos ayudará a no ver las cosas negras y sacar algo bueno de cada situación.
Además, aunque a veces podemos llegar a pensar lo bien que estaríamos de eternas vacaciones, a la hora de la verdad ¿realmente las disfrutarías igual? O ¿acaso es el hecho de salirnos de la rutina, lo que hace que disfrutemos tanto de las vacaciones?
2. No retrases la vuelta de vacaciones al último momento
Si tienes tendencia al síndrome postvacacional, vuelve a casa un día o dos antes de terminar las vacaciones. Te permitirá volver a la rutina de forma más suave, tener tiempo para deshacer la maleta y dejar la casa organizada.
3. Vuelve paulatinamente a la rutina
Si has estado levantándote tarde y trasnochando, empieza unos días antes de volver al trabajo a normalizar tus horas de sueño. Levántate pronto y acuéstate a la hora que lo harías si estuvieras trabajando. Si eres de “siestas de pijama”, reduce las siestas a descansos de no más de media hora o organízate actividades para no dormir a mediodía.
Vuelve a la rutina también con los horarios de comida.
4. Aborda el trabajo de forma progresiva y organízate
De vuelta al trabajo, empieza por revisar tranquilamente los temas que se quedaron pendientes antes de marcharte. Comprueba tu agenda para ver qué te espera en los próximos días y semanas. Si no lo dejaste preparado antes de marcharte de vacaciones, anota las reuniones y los compromisos que requieran de preparación. Revisa y clasifica el correo electrónico borrando el spam, tomando nota de las tareas y contestando a los correos que requieran de no más de uno o dos minutos.
Para no sentirte desbordado por el trabajo que se quedó pendiente antes de marcharte y el trabajo que ha surgido durante tu ausencia, es importante que priorices las tareas y te organices una agenda de trabajo. Recuerda que no tienes que terminarlo todo el primer día.
Después elige la tarea con la que quieres empezar, a ser posible la más fácil o la más gratificante.
Tómate también tiempo para saludar a los compañeros de trabajo y contaros brevemente vuestras vacaciones. O queda a comer con ellos para poneros al día. Igual que la vuelta al colegio, volver a ver a tus compañeros te animará. Aunque no te des permiso para perder horas y horas de cháchara.
5. Practica la asertividad y pon límites
No te dejes bombardear por urgencias desde el minuto uno. Aprende a poner límites y comenta de forma asertiva a tu compañero que te estás poniendo al día. Idóneamente pídele que te envíe un correo con la petición para que le puedas contestar a tu ritmo. Si no, pregúntale directamente para cuándo necesita realmente lo que te esté pidiendo y anótalo en tu lista de tareas. Evita la tentación de hacer la tarea enseguida para quitártela de encima si no es totalmente imprescindible. También valora si realmente eres la persona indicada para realizar el trabajo o tu compañero se lo debería pedir a otro. En este caso, di que no le puedes ayudar y quién es la persona apropiada.
6. No te lleves el trabajo a casa
Aunque recomiendo evitarlo siempre, sobre todo en los primeros días después de las vacaciones, no te lleves trabajo a casa. Hoy en día en muchos trabajos solemos tener más tareas que horas disponibles. Así que acéptalo y prioriza lo que lleves a cabo para que te cunda el día. Así sentirás que lo has aprovechado.
Tampoco te lleves a casa trabajo en la cabeza, es decir que no sigas dando vueltas a las cosas cuando salgas de trabajar. Antes de marcharte de la oficina, anota las cosas pendientes y los temas que te ronden por la cabeza para despejarla. Mañana será otro día. Puedes encontrar más consejos al respecto en el post “5 sencillos trucos para desonectar del trabajo”.
7. Corta con pensamientos recurrentes negativos
Nuestra mente tiene tendencia a darle vueltas a las cosas que han pasado o que podrían pasar. Si te atrapas dándole vueltas a pensamientos negativos, irracionales o incluso deprimentes como “quiero seguir de vacaciones”, “estaría mucho mejor en la playa”, “qué asco de trabajo”, “qué pesado mi jefe” y un largo etcétera, corta con ellos. Te meterán en una espiral de malestar, falta de control y ansiedad. Toma conciencia de que son pensamientos poco realistas o algo extremistas y que no conseguirás nada positivo con este tipo de diálogo interno.
8. Practica la relajación
Tómate descansos regulares y haz ejercicios de relajación. Respira pausadamente durante unos minutos o date un paseo concentrándote en la sensación de tus pies pisando el suelo. Te ayudará a conectar cuerpo y mente, centrando tus pensamiento en el momento presente, lo que reducirá el estrés y la ansiedad.
9. Organiza actividades de ocio
Para sacarle partido al tiempo libre, e igual que haces con tus proyectos y tareas laborales, organízate actividades divertidas. Búscate planes en tu ciudad que te ayuden a desconectar de la rutina. Retoma el contacto con familiares y amigos que no has visto durante las vacaciones. Tanto las actividades en sí como el simple hecho de empezar a organizar y prepararlas ya te relajarán y te pondrán de buen humor.
10. Haz algo para tu salud
Si eres deportista, habrás seguido con cierta rutina durante las vacaciones. Los que no lo seamos tanto, tal vez no hayamos hecho gran cosa aparte de algún paseo o chapotear un poco en el agua. Pero recuerda que el ejercicio físico libera endorfinas que causan sensación de bienestar e incluso felicidad.
En caso de que el síndrome postvacacional te haya quitado el apetito, la actividad física también será beneficiosa. Cuidando nuestro cuerpo con ejercicio también parece que nos lleva a hábitos alimenticios más saludables.
11. Ten paciencia y sé amable contigo mismo
Recuerda que el síndrome postvacacional suele ser pasajero. Es cuestión de volver a la rutina y de tener una actitud resiliente y positiva. Así que no te sientes molesto contigo mismo si te notas algo abatido los primeros días.
Si ves que los síntomas no desaparecen después de unos pocos días, piensa si el estrés puede tener otras causas más profundas y consulta con un especialista.
12. Divide las vacaciones
Como último consejo, te recomiendo que, en la medida de lo posible, repartas tus días de vacaciones a lo largo del año en vez de cogerte todo en verano. Tener muchas semanas seguidas de vacaciones puede llevar a que te cueste más volver a la rutina del trabajo.
Librando algún que otro fin de semana largo o alguna semana a lo largo del año, te permitirá tener más períodos de desconexión. También te causará ilusión pensar en esos días libres que te esperan y poder organizarte escapadas de ocio más a menudo.
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4 respuestas
He leído con interés este post porque siempre The Corner of Excellence me aporta ideas y me hace reflexionar. Además en este caso, ha coincidido con mi vuelta de vacaciones. Mi agradecimiento a la autora por ser tan oportuna.
Todos los trucos son excelentes pero quisiera resaltar algunos que me han hecho ponerme “manos a la obra”,
Todos los años nos encontramos con el síndrome postvacacional esperándonos a la vuelta de las vacaciones, parece que cuanto mejores y mas largas son las vacaciones, mas fuerte es el síndrome. (Aplicar el trucos 2 y 12).
Si bien es verdad que a todos nos ataca una cierta melancolía al final de las vacaciones, a mi concretamente me acompaña una canción que habla del final del verano, si nos gusta lo que hacemos y tenemos proyectos, no habrá síndrome. (Truco 1).
Aunque no exista el síndrome y todo se quede en una cierta melancolía, es imprescindible cuidarnos tanto psíquicamente como físicamente (trucos 8, 10 y 11).
Por supuesto, organizar actividades de ocio, reencontrarse con los amigos y esos lugares que amamos y que a lo mejor están al lado de casa, harán mucho mas fácil la inmersión en la cruda realidad (truco 9).
Gracias de nuevo por este oportuno post.
Me alegra haber sido oportuna y que los trucos te parezcan útiles. Creo que unos cuantos los deberíamos recordar a lo largo del año, no sólo a la vuelta de vacaciones, como por ejemplo planificar nos actividades de ocio. Muchas gracias por tu comentario tan detallado, M. Claudia!
Me pareció tan realista! Ha sido muy instructivo. Deberías hacer un manual de instrucciones para el trabajo!!!
Bueno me ha encarado!!!
Mucha gracias!!!
Así muchas empresas funcionarían mucho mejor!!
Besos
Gracias por tu comentario, Andrea. Me alegra que te haya gustado. Igual lo del manual no es descabellado… Habrá que darle una vuelta.