¿Cómo te sienta la vuelta al trabajo después de las vacaciones? Cuándo piensas en ello, ¿ya te estresas? ¿Te imaginas ya el buzón rebosante de correos o todas las peticiones que te esperan? ¿A los pocos días ya parece que ni recuerdas tus vacaciones?
Hay una serie de cosas que puedes hacer para volver al ritmo del trabajo sin perder los efectos del descanso o sufrir el síndrome postvacacional. Así que veamos unos cuantos trucos para una vuelta al trabajo sin estrés.
No vuelvas en el último momento
Si te vas de viaje varias semanas, sugiero que te lo organices de modo que al menos tengas un día para aclimatarte en casa antes de volver al trabajo. Si has viajado a un sitio hacia el oeste con mucha diferencia horaria, incluso te recomiendo algún día más. El jet lag suele ser peor en dirección este.
Ten alguna reserva de comida
Te sugiero que no dejes las despensas a cero. Procura tener guardado algo de comida no perecedera. De este modo a la vuelta, no tendrás que ir a hacer la compra (o al menos una gran compra) el primer día.
Deshaz las maletas
Si te suele dar pereza deshacer la maleta y la dejas por allí días hasta que vayas a poner la lavadora, te sugiero que te lo replantees. Aunque sea vaciar el neceser y echar la ropa a la cesta de la ropa sucia, vaciar la maleta sirve para volver a la rutina.
Reserva el primer día de trabajo para aclimatarte
En la medida de lo posible, intenta mantener la agenda despejada el primer día de vuelta al trabajo, sobre todo de reuniones con externos.
Según tu trabajo puede ser necesaria una puesta al día con tu jefe, algunos de tus principales reportes directos o la persona que te sustituyó durante las vacaciones. En algunos casos se podrá arreglar por correo electrónico.
En otros casos será mejor una reunión presencial, por videoconferencia o teléfono. Si es así, idóneamente ya dejaste las reuniones agendadas antes de irte de vacaciones. Aunque sugiero no ponerlas a primerísima hora nada más llegues a la oficina.
La idea es que puedas dedicar el primer día a ponerte al día y volver al ritmo de trabajo poco a poco sin estrés.
Saluda a los compañeros
Cuando llegues a la oficina, tómate tiempo para saludar a tus compañeros. Tal vez queda más tarde con los que te lleves bien a tomar un café o a comer para contaros las vacaciones y poneros al día.
Si teletrabajas, más tarde, cuando te pongas con el correo electrónico, por ejemplo puedes enviar un correo electrónico o un mensaje de chat a las personas con las que charlarías o te tomarías un café en la oficina.
Revisa tu agenda y tareas
Para ponerte en situación, primero abre tu calendario y tu cuaderno o bloc de notas. Echa un vistazo a las tareas que quedaron pendientes y considera cuándo debes realizarlas. Revisa tu calendario para ver qué reuniones te esperan la primera semana de vuelta al trabajo. ¿Qué debes preparar para ellas? Anótate las tareas correspondientes.
Si no las dejaste agendadas antes de las vacaciones, organiza las reuniones necesarias de puesta al día con tu jefe o subordinados que mencioné antes. Pero intenta no meterte la presión de que (todas) deban ser el primer día, a no ser que sea imprescindible.
Revisa tu correo electrónico
En primer lugar no te dejes abrumar por la cantidad de correos sin leer. Comienza echando solamente un primer vistazo por encima. No leas todos y cada uno de los correos. Solamente revisa remitentes y asuntos para ver si hay temas urgentes que atender. Contesta a esos correos, gestiónalos o anótate la tarea que debas realizar en relación.
Más tarde en el día, cuando hayas realizado las tareas importantes y urgentes, vuelve a atender tu buzón. Elimina todo el spam. Luego atiende los correos que no consideraste urgentes en un primer momento, contestando, reenviándolos o anotando la tarea relacionada.
Decide si realmente necesitas y querrás leer todos los newsletters que normalmente lees y que hayas recibido en tu ausencia. Igual no pasa nada por eliminar algunos directamente o solo echar un vistazo rápido a los titulares y luego borrarlos. Mueve los que quieras conservar a una carpeta llamada por ejemplo ‘para leer’ o ‘newsletters’.
No te metas la presión de atender todos los correos y limpiar tu buzón el primer día, sobre todo si el volumen de correos electrónicos acumulados es alto.
Planifica la semana y el mes
Una vez hayas revisado la agenda, tareas pendientes y posibles correos urgentes e importantes, organiza los próximos días. ¿Cuáles son tus prioridades y objetivos para la primera semana y para el mes? ¿Cuáles son las tareas más importantes para los próximos días? ¿Qué reuniones deberás preparar? ¿A qué deberás dedicar tus esfuerzos hoy y mañana y que puede esperar?
Todo esto te ayudará no solo a ganar una visión sino también a evitar sentirte abrumado. Así que, una vez revisados agenda, tareas pendientes y correos urgentes, crea tu lista de tareas y asigna prioridades.
Toma un paso tras otro
No pretendas realizar todas las tareas pendientes los primeros días. La anteriormente mencionada planificación te ayudará a priorizarlas. En caso necesario, informa a superiores, compañeros o clientes qué podrás de forma realista tener listo para cuándo.
Tómate descansos
Si no quieres perder todo el descanso de las vacaciones el primer día de trabajo, recuerda hacer pausas. Tómate un buen descanso para comer. Si es posible, date después de comer un buen paseo. Además haz breves descansos a lo largo de la jornada laboral.
Carga las pilas fuera del trabajo
Considera cuáles son tus fuentes de energía. ¿Qué actividades te relajan y te ayudan a recuperar la energía? Tal vez sea quedar con amigos, hacer deporte, dedicarte a algún pasatiempos. Eso sí, que las ganas de diversión no te lleven a sobrecargar tu agenda de tiempo libre.
Por cierto, tomarte de vez en cuando unos ratos para recordar tus vacaciones y saborear el recuerdo también es un buen truco para prolongar los efectos placenteros y de relajación.
Planifica tu tiempo libre
Igual que has dedicado tiempo a planificar tu trabajo, diviértete haciendo planes para tu tiempo libre. Busca un equilibrio entre obligaciones como hacer la compra, la colada etc. y actividades divertidas para cargar las pilas.
Cuida tu cuerpo
Una vuelta al trabajo sin estrés requiere cuidar nuestra salud. Si provees a tu cuerpo con los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios será más capaz de hacer frente al estrés. Así que recupérate de los posibles excesos del verano y cuida tu dieta.
Además vuelve a tu rutina deportiva. O, si aún no la tienes, te recomiendo encarecidamente que incluyas actividades físicas en tu día a día. El deporte nos hace ganar más energía de lo que nos cansa. No solo nos ayuda a cuidar y mantener en forma nuestro cuerpo sino también a aliviar el estrés.
Cuida tu bienestar emocional
Si la vuelta al trabajo te entristece o estresa, pregúntate por qué. ¿Qué te quieren decir tus emociones? ¿Qué te disgusta o qué es a lo que no te quieres enfrentar? Luego considera qué puedes cambiar.
También recuérdate los aspectos positivos de tu trabajo. ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Ciertas tareas o volver a relacionarte con tus compañeros por ejemplo?
¿Consigues una vuelta al trabajo sin estrés?
¿Cómo te sueles sentir cuando vuelves al trabajo (o piensas en que toca volver al trabajo)? ¿Te sueles sentir abrumado y pretender hacer todo el primer día? ¿Te olvidas de cuidarte, descansar y divertirte con lo que a los pocos días ya casi ni recuerdas tus vacaciones? ¿Cuáles de los trucos crees que te ayudarán más?
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